Siempre hay alguien que lo ha expresado mejor que tú así que, si no puedes superarlo, róbaselo. Eso decía el protagonista de American history X sobre las citas. El jueves Álvaro de los Ángeles, subdirector del IVAM, se aplicó la lección en la primera clase del curso Entender el Arte que imparte el museo. «Utilizo a Sontag, a Hobsbawm, a Benjamin. He estructurado la clase con citas de teóricos, como si fuera un editor. Aporto una bibliografía sin hacerlo específico, por si a alguien le pica luego la curiosidad», explicaba De los Ángeles antes de la ponencia.

Unos doscientos alumnos esperaban el jueves en el salón de actos del museo a que el profesor abriera fuego. Imposible trazar un perfil de la audiencia entre la recién ingresada en la facultad de Bellas Artes, la trabajadora del IVAM y el jubilado que da sus primeros pasos en la materia. «Es una iniciativa muy buena. El arte siempre llega de alguna manera cuando entras en un museo, pero si llevas algo aprendido te da un nuevo punto de vista», comentaba Roseta Blasco, trabajadora del centro que se situaba en segunda fila. Como ella, buena parte del personal del museo quiso estar en esa lección inciática, titulada Claves del arte del siglo XX, incluido el propio director del IVAM, José Miguel García Cortés, quien atendía desde la primera fila. «La intención es tener un abanico amplio: gente adulta que quiere introducirse o gente que tiene prejuicios cuando entra en un museo, que cree que tiene que conocer primero toda la historia del arte, aunque creo que tampoco es necesario eso», razonaba el profesor.

«Soy Amiga del IVAM. Me interesa el arte y este nuevo resurgir del museo, y más la cuestión de didáctica. Espero disfrutar con gente que disfruta de una misma pasión», señalaba Inma Navarro, de 55 años. Ella es de las que se ha apuntado de golpe a las catorce sesiones „más una visita guiada„ que hay programadas en esta nueva iniciativa en la que conservadores del propio IVAM irán abordando distintas facetas del arte contemporáneo. Las plazas están cubiertas desde que se presentó el proyecto y hay lista de espera. «Hemos enviado e-mails a los que se apuntaron a todo el curso para que avisen si van a faltar a alguna clase y podamos liberar asientos», comentaba De los Ángeles, que también coordina el programa didáctico del centro.

Su ponencia, la inaugural, comenzó con Kafka: Deseo de ser un piel roja. Apenas ocho líneas de cuento que son una apología de la libertad y que tiene dos traducciones diferentes. «Una es del editor y otra basada en los manuscritos del propio Kafka. Cada una ofrece una lectura diferente y eso tiene mucho que ver con el arte del siglo XX, por la libertad y por las múltiples interpretaciones que tienen las obras, que por primera vez construyen la realidad en lugar de representarla», explicaba el docente, quien también se mostraba intrigado antes de las clase: «Vengo de la universidad y aquí el público es distinto. Hasta que no pase la primera sesión no sabremos calibrar», confesaba, sorprendido por el caudal de público.

«No conozco el arte moderno y quiero formarme para llegar a comprender un cuadro o una tendencia», esgrimía desde el fonto del aula Casimiro García, de 66 años. El profesor advertía al inicio de la clase: «Lo que aprenderéis aquí no es un código para descifrar todo el arte, es una clave para pasar la primera puerta».