La actriz Natalia Millán es la principal protagonista de la comedia Club Windermere, una novedosa adaptación realizada por Juan Carlos Rubio del clásico de Oscar Wilde, El abanico de Lady Windermere, que ha trasladado la férrea y estricta Inglaterra victoriana a la bulliciosa Miami de nuestro tiempo, con salsa y ritmos latinos incluidos. Hoy se presenta este montaje que estará hasta el próximo domingo en el teatro Olympia, dirigido por un experto como Gabriel Olivares, con Susana Aibatua, Teresa Hurtado de Ory, Javier Martín, Emilio Buale y Harlys Becerra completando el reparto. Natalia explicó que «pese al drástico cambio de época, ambientación y lugar, el espíritu de la obra de Wilde se mantiene. Es un tema dramático en su fondo, pero resultó de manera humorística y divertida. Y sigue tratando el eterno temor de las gentes al ´qué dirán´».

La acción, en esta adaptación, se desarrolla en un club de salsa de Miami, justo el que da título a la obra. A él llega la misteriosa señora que de alguna manera se muestra intrigante y demoledora. «Hay una serie de verdades y mentiras que el público conoce, pero los personajes de la comedia, no, lo que hace que exista cierta complicidad entre los espectadores y los actores. Algo que Wilde solía buscar en todas sus obras», declaró Natalia.

Pese a que no se trata de una comedia musical, «hay música de salsa que incluso bailamos en escena. Son temas conocidos y muy del agrado de la gente. Ciertamente, ésta adaptación pretende acercar a un clásico cómo Óscar Wilde a una generación que apenas le conoce», añadió Natalia Millán. La actriz reconoció también que «los puristas de la literatura tal vez consideren que es una atrocidad presentar un Wilde latino y salsero, trasladando la acción del siglo XIX al siglo XXI» pero la renovación, asegura, «se ha hecho con dignidad».