Es la primera vez en setenta años que una obra de carácter urbano invade la plaza de la Virgen de Valencia para fines artísticos no relacionados con el culto cristiano. Intramurs presentaba ayer Ejercicios para crecer, una obra de la artista holandesa Monique Bastiaans que «planta» un campo de cebada en la emblemática plaza como ofrenda a la cultura y a la ciudad .

La intención de la artista, afincada en Valencia, es mostrar el valor de lo manual y lo artesano por medio de más de cuatro mil cañas en quinientos metros cuadrados inspirados en la arquitectura de la Alhambra de Granada y en el arte islámico. La instalación traza un laberinto con zonas de paseo, descanso y convivencia que quiere fomentar la participación directa de vecinos y turistas en defensa de la colectividad frente al individualismo. Además Bastiaans explicaba su afán por dar a conocer el arte contemporáneo y abrir la mente hacia una obra que parte del pasado árabe, que Valencia, entre otras cosas, encuentra en las acequias.

Poesía en el autobús

Otra de las iniciativas llevadas a cabo ayer por Intramurs, en colaboración con la EMT, consistió en un recital poético performático en la ciudad... dentro de un autobús. Los artistas Luis Tamarit, Aldo Alcota, Sergio Pinto y Denise Blais se subieron en la parada de las Torres de Serrano para leer algunas de sus obras.