La planta octava de El Corte Inglés de la Avenida de Francia acoge desde ayer una exposición en la que se repasa la trayectoria de Enrique Ponce con motivo de los 25 años de su alternativa.

La muestra, comisariada por Paco Delgado y organizada por Avance taurino con la colaboración del Museo Taurino de la Diputación de Valencia, repasa la trayectoria del diestro de Chiva en bloques que muestran sus primeros años, su llegada a la categoría de figura del toreo, la fase de consolidación y la de madurez.

Destaca una quincena de fotografías, así como los vestidos más significativos que ha utilizado a lo largo de estos años. Entre ellos, el que vistió el día que abrió su primera puerta grande en Las Ventas de Madrid, así como el que usó la tarde que firmó una de sus faenas más importantes, la realizada al toro Lironcito en Madrid. Y, sobre todo, destaca uno de los ternos goyescos que ha lucido, firmado por el modisto Lorenzo Caprile. También se exhibe el capote de paseo que utilizó el día de su alternativa en Valencia, el 16 de marzo de 1990, de manos de Joselito con Litri de testigo. Un capote que le regaló el pueblo de Chiva.

La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo día 15, se completa con estadísticas y otros recuerdos de 25 años en los ruedos. El diestro aseguró ayer durante la presentación que se encuentra en «el mejor momento de mi vida como torero». «Mi meta es ahora torear con arte, compás y espiritualidad. Quiero transmitir belleza, suavidad y elegancia. No miedo, ni tragedia ni riesgo, que también los hay», agregó.

El torero de Chiva hizo bandera de valencianía y no eludió referirse al antitaurinismo imperante: «Pobre del que no sea capaz de sentir en la plaza. Lo malo son aquellos que sólo ven el hecho de que un toro vaya a morir a la plaza y no su cría, su esmerado cuidado. Y sin querer descubrir el componente de tradición y cultura, emoción y belleza que tiene».