­El Fandi firmó 66 actuaciones, las mismas que en la campaña anterior. Le siguió Sebastián Castella, quien subió en nueve el número de sus contratos en una campaña de gran regularidad. Y el «bronce» fue para Padilla, quien se mantiene arriba, si bien bajaron en diecisiete sus contratos con respecto a 2014.

El que más ha aumentado sus ajustes esta campaña ha sido Morante de la Puebla, cuyo «Tour» ha estado presente en 18 festejos más que en 2014, firmando tardes de excelsa torería. Y también subieron los ajustes de Manuel Escribano, quien se ha encaramado al quinto puesto del escalafón en una temporada de gran regularidad. Al igual que Talavante, quien aumentó en trece sus paseíllos y alcanzó éxitos en plazas importantes, sobre todo en Las Ventas.

No les fue a la zaga Miguel Ángel Perera, quien recuperó sensaciones hasta que la cornada sufrida en Salamanca le obligó a cortar la temporada. Y Manzanares toreó más que en el pasado ejercicio, y protagonizó tardes importantes junto con otras más discutidas. Por su parte Enrique Ponce, quien celebraba los 25 años de su alternativa, anduvo con enjundia y en plan magistral. Y El Juli, mantuvo su nivel. Por lo demás, Fandiño vio cómo bajaban sensiblemente la cantidad y calidad de sus contratos, Abellán toreó con frecuencia y Daniel Luque siguió tratando de dar forma a una personalidad todavía por definir.

De los matadores emergentes, Jiménez Fortes tuvo que interrumpir su temporada después de dos graves percances. Y sobresalieron sobre todo un impactante López Simón, junto a Juan del Álamo y José Garrido. Y novilleros destacados de 2014 que tomaron la alternativa fueron Francisco J. Espada, Martín Escudero, Gonzalo Caballero, Lama de Góngora y Fernando Rey. De un total de 165 matadores, 52 lo hicieron en tan sólo una corrida, 102 en menos de cinco y solo 39 superaron los diez festejos.

En cuanto a los valencianos, con cuatro tardes se situó Alberto Gómez, quien triunfó en su encerrona en Utiel. Jesús Duque mató tres corridas y luego continuó su periplo por ruedos mejicanos. Dos paseíllos hizo El Soro, arrollador en Valencia y uno tan sólo hicieron Román y los alternativados Miguel Giménez y El Javi. Víctor Manuel Blázquez se lució como sobresaliente en la feria de Julio y no llegaron a vestirse de luces en España, pero sí con frecuencia en Perú y Méjico respectivamente, David Esteve y Pascual Javier.

Los novilleros

Hasta 124 espadas aparecen en este escalafón, aunque su número de actuaciones fue bastante escaso. 46 sólo actuaron en una ocasión, 80 en menos de cinco y sólo 20 lo hicieron en más de diez ocasiones.

El líder por número de contratos, 40, fue Ginés Marín, torero muy preparado y de gran proyección. Irrumpió con fuerza el peruano Joaquín Galdós, y en tercer lugar se situó el castellonense Varea, quien toreó en todas las ferias importantes salvo Madrid, firmando faenas rutilantes en una campaña no exenta de claroscuros y crisis anímicas. Álvaro Lorenzo se mostró totalmente preparado para dar el salto al escalafón superior, David de Miranda y Miguel Ángel Silva pusieron de manifiesto mucho oficio y el salmantino Alejandro Marcos se abrió un notable crédito.

Por lo que afecta a los valencianos, El Gallo toreó con cierta frecuencia. Climent triunfó todas las tardes en las que actuó evidenciando progresión, y Jesús Chover dio la cara en plazas de toda la geografía, y mostró un renovado y reposado estilo. Vicente Soler limitó sus contratos a plazas francesas, Fernando Beltrán exhibió su ensolerado concepto, Expósito apenas toreó, Miguel Giménez mató una novillada antes del doctorado y debutó con caballos el alumno de la escuela Juan Antonio Navas, quien cumplió con creces en sus dos compromisos en el nuevo escalafón.