Al entrar huele a barniz y a pintura. «Estamos aireándolo para que el viernes esté todo preparado», asegura Ignasi Piera, miembro de la cooperativa La Cinemista, protagonista de la reapertura de los cines Aragón. Llevan desde el 28 de octubre de 2006 en negro, con las persianas bajadas y acumulando polvo. Pero ahora, nueve años después, Valencia celebra la reapertura de un cine que preside la avenida del Puerto.

En un principio abrirlo de nuevo podría parecer no mucho más que un sueño, hasta que la perseverancia de nueve personas de ámbitos profesionales muy diferentes, pero con una afición en común -el hábito de ir al cine- consiguió desempolvar aquel local para volver a apostar por él. Eso sí, le han cambiado hasta el nombre. Ahora se llama Aragó Cinema.

Atrás quedó el amarillo y el verde de su cartel para convertirse en rojo con fondo negro. «Lo estamos haciendo a nuestro gusto», comenta Piera. Él es uno de los nueve de una cooperativa formada por floristas, actores, arquitectos, libreros, contables y filólogos (entre otras profesiones), que ha tenido que reinventarse y aprender de electricidad, carpintería, fontanería o pintura, para rehabilitar las instalaciones y devolver cuatro salas a los valencianos. Con pincel en mano llevan desde junio trabajando para su esperado reestreno. Y seguirán ultimando detalles hasta el último momento. «Venimos a ampliar el espectro frente a una cartelera homogénea. Apostamos por las películas de reestreno», explica Piera. La propuesta de La Cinemista incluye, no sólo levantar por segunda vez un cine que cerró, sino también recuperar aquellas películas que se han perdido entre miles de títulos que pasan por las carteleras.

Por ejemplo, en una de sus cuatro salas proyectarán Les combattans, una película de 2014 ganadora de tres premios Cesar que apenas estuvo una semana en Valencia. Mientras, en otra sala se podrá visualizar 'Puro Vicio' de Paul Thomas Anderson, con nominaciones a los Oscar a mejor guión adaptado y mejor vestuario. Únicamente estuvo dos semanas disponible en la gran pantalla. O 'Los Hongos', ganadora del Festival de Locarno, que ni siquiera se estrenó en las salas valencianas. «Hay muchas películas que no llegan ni a estrenarse y quedan en el olvido». Por eso son el cine de las segundas oportunidades.

A pesar de estar en medio de los cines Babel y los d'Or, no vienen a competir. Pretenden convertirse en «una simbiosis» de ambos. «Tendremos películas de reestreno, pero también cine independiente y de autor», adelanta. Y hay más. Su intención es transformar la idea del cine, para que el local acoja también exposiciones, presentaciones de libros u otras actividades culturales. De hecho, en enero tendrá lugar un festival de cortometrajes. «Queremos darle vida al local, no que se convierta en un cine más», apunta Piera. Tampoco se olvidan del valenciano, ya que pretenden incluir películas subtituladas en valenciano.

«De momento tenemos que consolidarnos económicamente. Nos ha costado muchísimo poner esto en pie, pero nuestra intención es seguir creciendo. Eso sí, poco a poco», expresan desde La Cinemista. «Nos gustaría contar con ayuda por parte de la conselleria de Cultura, sobre todo para temas relacionados con la promoción del valenciano», apuntan.

Con el estreno de Aragó Cinema inicia también un nuevo capítulo en el audivisual valenciano, dañado por décadas de una crisis sufrida dentro del sector. Películas de reestreno y un equipo variopinto para llenar de aire fresco un viejo local reformado. ¿Conseguirán quitarle el olor a pintura para su estreno?