La exposición permanente del MuVIM (La aventura del pensamiento) volverá a abrir sus puertas después de casi año y medio de cierre (desde agosto de 2014). Paradójicamente, no regresará renovada tecnológicamente y de contenidos, a pesar de que el anterior equipo de gobierno de la Diputación de Valencia convocó un concurso público para tal fin. Volverá tal como estaba hace quince meses, solo con algún apaño mínimo.

La pregunta que surge es por qué ha permanecido cerrada tanto tiempo si técnicamente funcionaba. Los actuales gestores del principal museo de la corporación provincial prefieren no mirar al pasado con ira y se limitan a subrayar que el equipamiento técnico ha sido puesto en marcha varias veces en las últimas semanas y siempre ha funcionado.

La reapertura, prevista para los días de Navidad, será temporal, mientras se realizan los trámites hasta alcanzar un acuerdo con la empresa adjudicataria de la reforma para modificar algunos puntos.

Conflicto judicial

La prolongación del cierre se ha producido también por el litigio en la concesión del contrato —adjudicado por 400.000 euros— para la renovación parcial de las salas (hay piezas técnicamente desfasadas en una maquinaria que data del año 2000). Se presentaron dos firmas, inicialmente se eligió a una de ellas, la otra recurrió y los tribunales acabaron dándole la razón a esta, de modo que ha sido finalmente la adjudicataria.

Tras el cambio de gobierno en la diputación, el nuevo director del MuVIM, Rafael Company, ha iniciado ya contactos con la firma concesionaria para introducir algunos cambios.

La aventura del pensamiento es la base fundacional del MuVIM, el proyecto desarrollado por Company hace quince años, antes de la inauguración del museo. Con el tiempo, sin embargo, ha ido quedando arrinconado frente a la sucesión de coloridas exposiciones temporales, cada cual más diversa (del fútbol a las motos, pasando por los videojuegos y el stop-motion).

Los problemas de obsolescencia vienen de lejos, aunque ahora parece que no son tan graves. En 2013 ya cerró durante cinco meses por averías. La reapertura servirá también como última posibilidad de ver la vieja exposición permanente. Se produce también ante las peticiones de visita que siguen llegando de colegios y asociaciones.