Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica musical

Nórdicos

En el año en que se cumple el siglo y medio de los nacimientos de Sibelius y Nielsen, la Orquestra de València ha incluido en el abono del Palau un programa dedicado a la música nórdica. Desde el punto de vista interpretativo, los resultados fueron desiguales.

En su segunda actuación al frente de la OV (tercera en Valencia), el ovetense de 1975 Pablo González no consiguió una versión del todo convincente de Finlandia. Para ello habría sido menester un empaste a la vez más denso y menos espeso en sus líneas secundarias, así como en el plano estructural una construcción de progresión más uniformemente sostenida hasta los clímax decisivos, especialmente el último. De hecho, el final pilló tan por sorpresa incluso a los oyentes más expertos que, como en el chiste de la mujer ha mucho casada, movió a alguno a preguntarse «¿ya está?»

Para su debut en la Iturbi, la surcoreana de 1986 HJ Lim escogió el Concierto de Grieg. La fuerza de sus dedos bastó y sobró allí donde entró en diálogo con un tutti en ocasiones más que estridente, pero su timbre resultó hueco y, sobre todo en lo expresivo y la velocidad, ni el acuerdo con el acompañamiento ni la obediencia a lo escrito en la partitura fueron frecuentes. La solista interpretó la vuelta al primer tema del allegro conclusivo no a tempo con sino una aceleración brutalmente intempestiva, y los mordentes de la transición a la recapitulación más bien se dejaron caer que apoyaron. En cuanto a la orquesta, lo mejor fue el buen arranque de la flauta en el trío de ese mismo movimiento, lo peor la sonoridad ya por fin totalmente abierta de los metales en la coda de la coda.

Orquesta y director rayaron a nivel muy superior en Lo inextinguible, sinfonía que de pronto puede haber puesto de moda a Nielsen entre nosotros. Desde el estruendoso arranque y el delicioso solo de violonchelo que le sigue hasta el duelo antifonal de timbaleros, sus cuatro tiempos sin solución de continuidad desplegaron una esta vez sí única descarga de arrolladora energía que dejó a todos admirativamente boquiabiertos.

Compartir el artículo

stats