No negaban el riesgo y lo «revolucionario» de la propuesta, pero, al fin y al cabo, «esa es la función de un teatro público: educar, no solo acercar grandes nombres», decía el intendente Davide Livermore. Por eso se ha programado por primera vez dentro de la temporada (se estrena el sábado en la sala Martín i Soler) una producción del Centro de Perfeccionamiento, y se ha abierto las puertas en la figuración a la Escola Superior d´Art Dramàtic de València, «porque esta es la casa de la excelencia artística valenciana», apuntaba Livermore.

Será una obra de las «primeras veces», como la de Biondi al frente de una ópera en Valencia, la cual dirigirá con el violín. Será incluso la primera vez de Silla, el personaje rescatado por Händel para una de sus obras más desconocidas, en España. A Biondi le atraía la duración de esta ópera, de unas dos horas, «porque el equilibrio entre la calidad dramatúrgica y la brevedad es una bomba para el público moderno».