La programación de los teatros Principal y Rialto de Valencia para el primer trimestre de 2016 es la primera diseñada casi plenamente después de la llegada de Vicent Marzà a la Conselleria de Educación y Cultura. A diferencia del trimestre en curso, queda alguna herencia del gobierno de Inmaculada Gil Lázaro en las salas que programa la Generalitat, pero escasa: el musical Sister Act, cerrado con meses de antelación; la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que, obviamente, se ha mntenido, y Pancreas.

El viraje en la programación es especialmente notable en el gran buque de la escena valenciana. El Principal abrirá año con dos propuestas que hasta ahora parecían impensables: un concierto conjunto y especial de los cantaors Miquel Gil y Pep Gimeno Botifarra, y una puesta al día del Veriueu-ho Show de Xavi Castillo. El azote de los políticos valencianos del PP „apartado en otro tiempo de municipios e instituciones„ pasó en verano por el Teatro Romano y ahora debuta en el gran teatro.

Pongamos las cosas en su sitio: en ambos casos son propuestas que parten de los intérpretes para ir a taquilla, el teatro estaba disponible y la idea gustaba en CulturArts.

El valenciano ha sido un idioma excepcional en el Principal. Desde que Dagoll Dagom pasó en 2006 con Mar i cel son contadas las ocasiones que se ha apostado por textos en la lengua propia. El público no respondía, decían.

Ahora, además de Castillo, Botifarra y Gil, CulturArts ha previsto La guerra dels mons 2.0, una coproducción con l´Horta Teatre, la compañía encabezada por Alfred Picó. Y más allá del trimestre, antes de la temporada de danza, anuncia Panorama des del pont. La productora Focus (Josep Maria Pou) aterriza por primera vez en valenciano. El giro entronca con la línea anunciada tras la mayor implicación de la Diputación de Valencia en la cogestión de un recinto que es de su propiedad.

El primer trimestre de 2016 supodrá también el regreso de Carles Alfaro a los teatros públicos valencianos después del cierre de Espai Moma en 2004. El premiado director es lo más parecido a un símbolo de la escena valenciana marginada y que emigró para sobrevivir. Regresa „al Rialto„ con un clásico, Vània, de Chejov, en valenciano y con una lista larga de intérpretes de casa.

La línea de programación del Rialto se mueve menos que la de su hermano mayor. Acogerá otra coproducción de CulturArts (Acosos y derribos SL, con Inestable), como ha sucedido durante los últimos meses, y repite la experiencia del reestreno de algunos títulos presentados en Russafa Escènica, la forma de CulturArts de colaborar con esta iniciativa.

Cultura destacó ayer que el 85 % de la programación del primer trimestre de 2016 lo protagonizarán producciones de compañías valencianas.