El Consell Valencià de Cultura reclamó ayer «sensibilidad» y un «esfuerzo» a los poderes públicos ante la grave situación económica del Círculo de Bellas Artes, que podría tener «consecuencias irreversibles para el patrimonio cultural de Valencia y la Comunitat Valenciana».

En una declaración de apoyo a la institución creada en 1893, el presidente del CVC, Santiago Grisolía, advirtió de un «futuro incierto por culpa de los problemas económicos que atraviesa desde 2003 y que las presidencias y directivas sucesivas, a pesar de sus esfuerzos, no han podido solucionar». «Esta situación en cualquier momento puede llevar al colapso por la hipoteca concreta con Bankia», ha advertido Grisolía, quien ha recordado que la institución está ubicada en un palacete gótico del siglo XV, con una escalera atribuida a Pere Compte. Por ello, el CVC reclamó a los poderes públicos «que sean sensibles» ante una institución con «un rico patrimonio artístico», por la que pasa por artistas como Joaquín Sorolla, Luis Martí, Tuset, Felipe María Garín Ortiz «y un largo etcétera difícil de enumerar».