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Entrevista

Mario Reyes: "El mercado editorial está saturado de vampiros y zombis"

«La gente no está acostumbrada a leer novelas para reírse», asegura el escritor y periodista

Mario Reyes: "El mercado editorial está saturado de vampiros y zombis"

Descríbanos a Leo, el personaje protagonista de su novela.

Es un editor del siglo XX que vive en el siglo XXI y es deliciosamente analógico. Es una persona hecha a sí misma que viene de una familia que una vez tuvo dinero y luego lo perdió todo. Se dedica a los libros porque siempre le han gustado. Empieza con un anuncio en la prensa buscando a gente que tenga talento para escribir libros hasta que encuentra a Marc Carmona que le va a hacer ganar mucho dinero con novelas para adolescentes muy exitosas. Su problema es que Marc deja de escribir cuando está enamorado y le surge un problema moral: dejar que sea feliz y perder dinero o fastidiarle la vida para que escriba.

Es un personaje que al principio cae mal.

Sí, pero luego le coges cariño. Los que le rodean tampoco son muy buenos. Él es un malvado y un miserable, pero al final cae bien. Es un superviviente. Y un editor que quiere ganar dinero a toda costa.

¿Cree que la gente llega a esos extremos?

La realidad supera la ficción. Por un puesto de trabajo la gente mata. Leo no mata a nadie, influye para que Marc rompa sus relaciones, pero en la vida real hay gente que mata por su puesto de trabajo.

¿Refleja la situación actual de la industria editorial?

Está muy exagerada. Cuando hablo con editores me dicen que ellos no hacen esas cosas... (Ríe). Pero es verdad que hay una lucha muy grande por vender libros y hay estrategias que están muy claras: por ejemplo, ahora van a la caza del presentador de televisión. Ahora es más rápido contar a los famosos que no han escrito un libro que a los que sí. Pero esa lucha por ganar dinero ocurre en el mundo de los libros, de los negocios, de la música y en otros muchos ámbitos.

En los agradecimientos no se olvida de las editoriales que se leyeron el manuscrito y lo rechazaron.

Muchas no quisieron saber nada. Es bueno que te rechacen, a la autora de Harry Potter también la rechazaron seis o siete editoriales. Que me rechazaran me hacía confiar más en Leo. Hay que tener en cuenta que es una industria que se mueve por modas. Si mi novela fuera del género negro, sobre Valencia y sobre corrupción, hubiera tenido más oportunidades con editoriales, pero no me sale escribir de eso. El mercado editorial está saturado de vampiros y de zombis. Ahora hay una saturación de novela negra, también estuvo de moda la novela histórica y la erótica. El gran Leo es narrativa, la gente no está acostumbrada a leer para reírse ni para pasar un buen rato. Me doy por cumplido si el lector termina el libro con una sonrisa en la boca.

¿Veremos «El gran Leo» en una obra de teatro?

Ya me lo han propuesto, pero hay muchos personajes, muchas localizaciones y es muy difícil de representar. Sería complicado, pero mucha gente me lo ha dicho.

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