Teatro, más música en valenciano y precios más bajos, son tres de los retos que afrontará la concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia en la redefinición de la nueva Feria de Julio para la que se van cumpliendo algunos hitos, como la propuesta de los promotores musicales para extender la oferta musical a todo el verano (algo que manifestó el concejal Pere Fuset) y la intención de nombrar en febrero a un encargado dentro del equipo del concejal que se dedique a gestionar eventos como este, tal y como ayer contaba este periódico.

Aunque la Feria ya se ha cruzado con el mundo de la escena en otras ediciones, en la concejalía se esboza la idea de que compañías de teatro del territorio valenciano puedan tener una huella mayor en el desarrollo del festival, quitándole a este el corsé de los espectáculos musicales. Hasta el momento, sin embargo, desde el ayuntamiento admiten que no se ha tenido contacto con representantes del teatro para desarrollar un plan concreto en este sentido.

Otro de los ejes del nuevo proyecto, de vuelta a la música, será el del giro valencianizador de los conciertos. Melendi, Rosendo, Auryn, Yann Tiersen, Cat Club, Roger Hodgson o Luz son algunos de los artistas y grupos que desfilaron por la anterior Feria, entre los cuales Ayuntamiento de Valencia echó en falta mayor presencia de bandas locales y, esencialmente, que cantaran en valenciano. Por eso, uno de los objetivos del consistorio es ganar peso como programador de los espectáculos, tarea que en los últimos años era delegada casi exclusivamente en los promotores privados. La casa pública se limitaba a destinar parte del presupuesto a las infraestructuras de los conciertos, licitación mediante, y el resto del festival corría a cargo de las productoras musicales: desde el pago a los artistas hasta la búsqueda de patrocinadores (dos marcas de cerveza en los últimos años). A cambio, los promotores se quedaban con la taquilla, cuyos precios establecían ellos mismos, además de lo ingresado en barra y por los patrocinios.

Regular los precios

Desde la concejalía se busca corregir algunas de las dinámicas pasadas. No solo se buscará que el cartel esté negociado entre las empresas privadas y el consistorio con el objetivo de incluir más grupos valencianos (y en valenciano); también se tratará de regular los precios de taquilla «para que sean más populares», sostienen fuentes municipales. En este punto, los promotores reclaman mayor implicación de los encargados públicos respecto a etapas anteriores. «Nos gustaría que parte de la dotación se destinara a la promoción de los conciertos; o que se ayude a buscar patrocinios», argumenta Sergi Almiñana, de la plataforma de promotores Música Pro CV.

Una Feria «itinerante»

Esta última idea sigue la vocación de expandir el festival a otros contenedores públicos de la ciudad más allá de Viveros. Explican desde el consistorio que se estudiará «descentralizar» la Feria y acercar algunos de los espectáculos a los barrios y pedanías, en una especie de «Feria itinerante».