La compañía OtraDanza revivirá entre hoy y el domingo el ambiente «gamberro y sensual» del período de entreguerras en Europa en su nuevo espectáculo, Clandestino, donde la danza contemporánea confluye con ritmos como el jazz o el tango en una coproducción de la compañía alicantina y CulturArts.

Así se explicaba ayer la directora de la agrupación, Asun Noales, sobre una obra que supone «un nuevo reto» para OtraDanza, alejándose de la concepción abstracta que ha dominado hasta ahora en su producción para construir un espectáculo con más dramaturgia y personajes. El montaje se ambienta en una noche cualquiera de cualquier metrópoli durante el periodo de entreguerras, en esos «clubes clandestinos que abrían sus puertas a los artistas más atrevidos».

Noales aclaraba que el estilo narrativo asumido en esta obra no significa que OtraDanza vaya a cambiar su esencia, sino que este era necesario para hablar de una historia «tan específica». «Somos una compañía ecléctica y, seguramente, nuestro próximo trabajo será completamente diferente», aseveró la directora.

El proyecto, con el intérprete y coreógrafo Sebastián Rowinsky y las bailarinas Diana Huertas y Saray Huertas entre el reparto, cuenta también con la participación del premiado Juanjo Llorens a cargo de la iluminación o Luís Crespo y Arn Arquitectos en la escenografiá, en un conjunto que trata de recrear «un lugar donde los límites se desdibujan, donde todo aquello que no se dice se expresa con el lenguaje de los cuerpos transformado en baile, que subvierte las normas en la quiebra de la moral».

La obra fue estrenada el pasado 18 de diciembre en el Gran Teatre d´Elx „la compañía es residente desde hace años del centro cultura L'Escorxador de la ciudad ilicitana„, y viajará en marzo a Alicante. La responsable de OtraDanza confiaba en la respuesta del público que, a su parecer, está preparado para apreciar la danza «de calidad».