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Premios Talento Joven CV

Aurora Peña: "La música antigua tiene su propia legión de fieles, como los Beatles"

«Una de mis ilusiones profesionales sería interpretar la ópera 'La sonámbula' de Vincenzo Bellini»

Aurora Peña: "La música antigua tiene su propia legión de fieles, como los Beatles"

En primer lugar, enhorabuena por el premio Talento Joven.

Muchas gracias. La verdad es que no me lo esperaba especialmente. Es cierto que cabía la posibilidad, pero estaba muy reñido, sobre todo después de ver a los demás compañeros que aspiraban en la misma categoría. Eran fantásticos. También hay que reconocer el mérito de los demás aspirantes en otras categorías que han hecho cosas increíbles.

Para usted ha sido un buen año en lo que a galardones se refiere.

Sí. En septiembre recibí el tercer premio y premio del público en el Concurso Internacional de Canto Barroco de Froville (Francia) . Acabé la carrera de canto en julio y entonces me dieron el premio final de carrera.

Y ha debutado en el Teatro Real y en el Palau de Les Arts.

Efectivamente. En el Teatro real participé en la ópera Dido y Eneas, de Henry Purcell, con el Ensemble Forma Antiqva, un grupo especializado en música barroca. Fue una experiencia enriquecedora y muy interesante. Estuvimos un mes entero ensayando; fue impresionante conocer la organización al milímetro. Trabajamos con un equipo técnico fantástico, con el director musical Aarón Zapico y el de escena Rafael Villalobos; son grandísimos profesionales. En Les Arts canté en solitario Carmina Burana con la Orquesta del Conservatorio Superior de Valencia y el Coro Universitario. Aunque solo fue un concierto, cantar ahí es increíble.

¿En qué auditorio le gustaría actuar?

No tengo ningún auditorio fetiche (risas). Mi mayor sueño sería dedicarme a esto por completo y dar todo de mí a la música, expresar mi espíritu a través de ella.

¿Y alguna ópera con la que sueñe?

Como ópera me haría mucha ilusión protagonizar La sonámbula, de Vincenzo Bellini. Sin embargo, me he encaminado más hacia música barroca y y mi compositor favorito es Claudio Monteverdi.

De hecho, hasta ha fundado un grupo de música antigua y barroca, L'Arcàdia.

Sí, lo creamos porque teníamos el deseo de hacer nuestra música tal y como la queremos interpretar. A veces, vas a grupos ajenos y es el director el que te dice cómo interpretar. Tener un grupo propio hace que muestres la expresión de tu propia concepción de la música. En abril colaboró con nosotros Arianna Savall, hija de Jordi Savall, en un concierto en el ciclo Musas que organizamos con el Ayuntamiento de Sagunt.

¿Cómo recibe el público la música antigua y barroca?

Está teniendo un gran éxito, el público viene y le gusta. Nosotros intentamos darle vida a la música, que no sea un cliché, todo encorsetado. Le damos importancia al texto sobre la música, como decían los contemporáneos de Monteverdi: prima le parole dopo la música. La música antigua y barroca tiene seguidores fieles, una legión inmensa de seguidores como cualquier grupo actual o como los Beatles.

¿Cuáles son sus referentes musicales?

En cuanto a compositores, además de Monteverdi, la genialidad de Mozart es inigualable, y Bellini en canto es maravilloso, escribe por y para la voz.

¿Qué dificultades se encuentra por el camino una joven que se abre sitio en la escena?

Que es una carrera cara. No me refiero a los estudios, porque el conservatorio es público, sino a todo lo que viene detrás. Tienes que ir a audiciones por todo el mundo, recibir masterclasses,... Y todo eso es privado. Por muy bien que cantes, sino sales no haces nada. Hay que moverse.

¿Cuándo decidió estudiar canto?

Recuerdo que con siete años hice mi primer solo en coro del colegio en Quart de Poblet y me encantó y al público también. Canté Noche de Paz en un concierto de Navidad. No es que lo decidiera ahí, de hecho de pequeña quería ser escritora y tengo un par de recopilaciones de poesía publicadas. Pero desde ese concierto me di cuenta de que la música era lo que me gustaba. Seguí cantando en coros, hice las pruebas del conservatorio, y de ahí en adelante...

¿A qué soprano le gustaría parecerse?

Natalie Dessay fue para mí un ejemplo cuando tenía unos 15 años. Le vi cantar la canción de Las Campanas de Lakmé y me impresionó. Ahí decidí que quería ser como ella (risas). Aunque es una lástima que ya no cante ópera. Por otra parte, tengo dos referentes más que son mis profesoras: la soprano valenciana Pilar Morán, que ha sido la que ha hecho de mí todo lo que soy prácticamente, y la australiana Miriam Allan, miembro de Les Arts Florissants un grupo de música barroca.

¿Qué le pide a 2016?

No sé qué le pido. Sí sé que tengo mucha ilusión por continuar imparablemente, tengo hambre de arte y de seguir, continuar con mi carrera. Quizás le pediría alcanzar metas más altas, cantar en más tetros, cualquiera, todo teatro es importante, donde menos te lo esperas puede estar el mejor público o la mejor oportunidad.

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