Rafael Calduch regresa. Después de la exposición de 2014 en el IVAM (Después de la mirada) y de otra muestra en Japón, vuelve con una «especie de síntesis». De los formatos grandes pasa a piezas para galería en «un compendio de la poética» desarrollada en las exhibiciones antriores, explica el propio creador a Levante-EMV.

Calduch (Villar del Arzobispo, 1943) inauguró ayer la exposición La mirada, lenta en la galería Shiras. Es el primer proyecto individual de este nuevo espacio valenciano formado por dos salas que abrió sus puertas en octubre pasado impulsado por la artista Sara Joudi.

La nueva muestra de Calduch se compone de 25 obras de formato medio que transmiten «el proceso lento, constante y placentero» que, para el pintor, es la creación artística.

Son piezas producidas en los tres últimos años, «un extracto de las exploraciones matéricas del artista», reseña la galería. Síntesis, en fin, resumen de la investigación en formas y contenidos de este catedrático de la Facultad de Bellas Artes de Valencia hasta desarrollar una «poética personal». La muestra permanecerá abierta hasta el el 2 de abril.

Calduch es representante de lo que se ha bautizado como informalismo minimalista. Significa que en su trabajo tienen una elevada importancia los materiales, si bien los elementos se reducen al máximo. La obra busca sus anclajes fundamentales, por tanto, en las segundas vanguardias, posteriores a la II Guerra Mundial.