Se acabaron las torres de marfil para la música clásica. Algunas de las grandes formaciones del mundo han puesto énfasis en los últimos años en proyectos sociales y la Orquesta de Valencia (OV), tras el cambio de gobierno en el ayuntamiento de la ciudad, se ha embarcado con fuerza en esta misión de romper barreras con los colectivos alejados habitualmente de la música culta. Primero fue ella al Hospital La Fe y al centro penitenciario de Picassent (por dos veces), ahora da un paso más y abre su casa a los refugiados.
Este grupo social, centro de la actualidad política europea en los últimos meses por el éxodo masivo de Siria, será el protagonista de un concierto de la Orquesta de Valencia el próximo sábado (12.00 horas).
Los refugiados sirios han llegado a España con cuentagotas „inicialmente iban a ser casi 15.000„, pero el director de la OV, Yaron Traub, recuerda que antes de la tragedia siria fue la de Ucrania por el conflicto fronterizo con Rusia, aunque se hable poco ahora, y antes aún, la de diversas tierras de África. «Nuestro objetivo es lanzar un mensaje de integración a la sociedad», explica Traub.
Así, como contrapunto al drama humanitario en la costa de Grecia y en la frontera turca que reflejan cada día las fotografías de los periódicos, la formación valenciana propondrá el sábado una música «muy alegre».
En el programa estarán presentes las raíces españolas y las del Este de Europa. También las asequibles melodías con denominación de origen cinematográfico, como Star Wars y otras cargadas de mensaje, como la banda sonora de La terminal, la historia con sello de Spielberg y Tom Hanks de un refugiado iraní que vivió durante años en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, bloqueado por la falta de papeles.
Más de mil entradas han sido solicitadas ya por colectivos que asisten y trabajan con refugiados, como Acnur, el centro de acogida de Mislata y el albergue de la ONG CEAR de Cullera, entre otros.
Algunos se sentarán incluso entre los músicos. «Esperamos invitarlos al escenario para que experimenten la música de primera mano», señala Traub. Y esta vez, no, añade, pero en el futuro es posible que un joven ucraniano que llegó hace un año a Valencia y que ahora estudia canto en el conservatorio de la ciudad interprete alguna pieza con la OV.
El director de origen israelí asegura que el proyecto social era «un sueño desde hace mucho años» y agradece que con la presidenta actual del Palau „la concejala Glòria Tello„ se pueda llevar a cabo.
«La Orquesta de Valencia no interpreta solo excelentemente música clásica, sino que también ha de transmitir un mensaje social, ejercer de embajadora ante los colectivos más desfavorecidos desde su posición en la cumbre de la música valenciana», afirma.
El proyecto continúa. En marzo, después de la experiencia con refugiados, la OV ya tiene en mente una actividad para las mujeres, en especial, aquellas que son víctimas de la violencia machista.
El trompa de la OV toca con Dausgaard sin ensayar
El trompista de la Orquesta de Valencia (OV) Santiago Pla fue reclamado poco antes del concierto del pasado domingo para sustituir a un trompa de la Orindispuesto minutos antes. Pla tuvo el tiempo justo de cambiarse de ropa y trasladarse al Palau de la Música, donde se subió al escenario gobernado esa tarde por Thomas Dausgaard sin ensayar. Incluso se pensaron retrasar unos minutos el inicio para que llegara. Las obras del programa eran conocidas, pero la própina eran las «danzas húngaras« orquestadas por Dausgaard. Y no se notó.
