"Recibí cuatro controles prenatales y me atendieron muy bien en el servicio de salud. Fue un parto rápido y la comadrona estuvo muy atenta y me acompañó en todo momento", cuenta la joven guatemalteca Ana Sebastián en el calor de su hogar y ya con su precioso y sano bebé en brazos. Así se inicia un cortometraje documental que resume el trabajo de la ONG Farmamundi en la mejora de la atención materna y neonatal en Guatemala, dentro de un proyecto financiado por la Diputación de Valencia. "La comadrona es la primera que entra. Atendemos a la madre y al niño y avisamos de los riesgos que pueden presentarse en el parto", relata la comadrona tradicional, Reyna Sebastián.

El escenario principal son varios municipios de uno de los departamentos con mayor mortalidad materna del país y donde se hace imprescindible enfatizar el trabajo de salud materno-infantil. "En Huehuetenango hay más de 154.000 habitantes y sólo un auxiliar de enfermería por cada 5.000 personas, lo que impide prestar los servicios como se debería", explica la enfermera del Hospital de Barillas, Karen López. Otros testimonios de mujeres gestantes, familiares, comadronas tradicionales y personal sanitario del citado hospital coinciden en destacar los resultados positivos que se obtienen cuando se realiza una adecuada atención a las mujeres y se aplican las correctas técnicas de planificación y chequeo prenatal. Según fuentes del Centro Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Guatemala, se han reducido los casos de muertes de mujeres en edad fértil, pasando de 571 entre enero y abril de 2014 a 189, en las mismas fechas de 2015.

Mejorar la atención materna de calidad para prevenir la mortalidad en Guatemala es uno de los objetivos fundamentales de la Asociación de Servicios Comunitarios de Salud (ASECSA) y Farmamundi en el país, donde desde hace más de una década trabajan para fortalecer también la atención primaria en salud y frenar la desnutrición infantil, ya que de los 15 millones de habitantes, casi la mitad son menores de edad.

Mujer, pobre e indígena

El 40% de las mujeres de Guatemala pertenece a alguna de las 22 etnias indígenas del país y por ello encuentran grandes dificultades para optar a servicios sanitarios de calidad en igualdad de condiciones. En ocasiones, las mujeres sufren la negación de un derecho básico, como es el acceso a la atención en salud sexual y reproductiva, llevando a muchas de ellas a la muerte en el momento de la gestación, el parto o el posparto.

El coordinador municipal del distrito de salud de Huehuetenango, Carlos Enrique Mérida, así lo explica: "El objetivo es finalizar con un parto institucional, aunque por las condiciones territoriales el parto suele ser atendido en un 85% a nivel comunitario por comadronas capacitadas". En esa misma línea se manifiesta la auxiliar de enfermería del Hospital de Barillas, Reyna López, que cuenta que "por motivos culturales, la mayor parte de las mujeres prefiere que les atiendan el parto en casa".

Por ello, es clave facilitar el acceso a la información a las mujeres con folletos explicativos en las distintas lenguas, formación de comadronas tradicionales y programas divulgativos de radio y televisión.

Maternidad saludable

Otro aspecto fundamental es la formación y promoción de la salud sexual y reproductiva de las jóvenes para prevenir embarazos tempranos no deseados, con un índice muy elevado en adolescentes. También en atajar las violaciones y situaciones de violencia de niñas menores de 14 años, que suelen terminar en un parto y con importantes secuelas físicas y psicológicas en las menores.

La propia Ley para la maternidad saludable en Guatemala establece los mecanismos necesarios para mejorar la salud y calidad de vida de las mujeres y del recién nacido. Farmamundi y ASECSA reclaman la necesidad de una mayor inversión en salud materna en el país y lideran un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud, los servicios sanitarios, las comadronas tradicionales y las propias mujeres para que la maternidad sea de verdad saludable en todo el proceso, favoreciendo el respeto a sus derechos, la protección contra la violencia de género y al empoderamiento de las mujeres.

En la actualidad, Farmamundi desarrolla un amplio trabajo en Guatemala junto a las organizaciones ASECSA y la Asociación Maya Uk Ux Be, con el apoyo de numerosos financiadores, entre los que se encuentra la Diputación de Valencia.