Hoy ya no se discute desde el Consell, pero cuando Davide Livermore fue designado intendente de Les Arts por la anterior consellera de Cultura, María José Català (PP), la decisión de este de querer compatibilizar la gestión con la dirección de escena de óperas en otros teatros fue severamente cuestionada. Pero el «regista», que ya tenía acordada con la Ópera de Roma la producción de «El barbero de Sevilla», no cedió. Los nuevos gestores autonómicos de la cultura no han hecho «casus belli» de este punto del contrato del intendente y la prueba de la buena sintonía con él es la presencia ayer en Madrid del secretario autonómico del área, Albert Girona, y el subsecretario de la conselleria, Josep Joan Vidal. Además de dos de los hijos de Livermore, también acudió un grupo de colaboradores en el coliseo, encabezado por el director financiero, Francisco Potenciano, la jefa de protocolo y los responsables técnicos del Centre de Perfeccionament. a. g. valencia