Punto y final para una editorial histórica valenciana, pionera en España y Europa en el mercado de las reproducciones de manuscritos y libros antiguos. Después de unos últimos años de lucha constante contra los balances económicos, la firma Vicent García Editores ha tirado la toalla y ha declarado el concurso voluntario de acreedores con el fin de proceder al cierre «controlado» de la sociedad, explican fuentes del entorno familiar del fundador, Ricardo J. Vicent (Turís, 1938).

Formado en Alemania, el empresario transformó el taller de impresión de su padre „una saga impresora que se remonta a 1860„ en una editorial de libros antiguos en 1974. Dos años después, cuando aún no existía el Estado de las Autonomías, la firma debutó con el facsímil del Llibre dels Furs de los valencianos.

Se convertía así, según informó en su momento la propia editorial, en la primera en España especializada en la reproducción de códices y libros antiguos, y la segunda en Europa.

Poco después, el propio Vicent entregaba un ejemplar a Juan Carlos I. Un monarca Borbón (Felipe V) había abolido los fueros y otro recibía la copia 270 años después. Fue uno de los episodios más recordados en la historia de la sociedad.

Después de este comienzo, la firma dio a luz cerca de 200 títulos. Más de 110 del catálogo han sido facsímiles y estudios de códices iluminados, incunables y libros antiguos, destinados a bibliófilos y bibliotecas. El otro punto fuerte de la editorial han sido las publicaciones sobre temas valencianos (Els nostres menjars, Nuestras fiestas, Historia de la cerámica valenciana?), con cerca de 70 obras.

En 2011 puso en marcha una colección de novela histórica con tres títulos. Por entonces, el cabeza visible de la empresa era ya Fernando Grau, quien desde hace años la dirigía junto a Ana Vicent García, quinta generación de la familia de impresores.

La crisis, el cansancio tras años de brega empresarial sin ver resultados y un mercado „el de las reproducciones de libros antiguos„ cada vez más reducido al ser un producto caro y los clientes anteponer otras prioridades han sido las causas fundamentales de dejar la actividad.

Según las fuentes consultadas, la decisión ha contado con el consenso familiar y se ha querido ejecutar de manera «controlada» y «bien hecha», informando a empresas colaboradoras.

A finales de octubre se presentó la declaración de concurso y el juzgado de lo mercantil número 2 de Valencia ya ha designado administrador concursal.

Ricardo J. Vicent, retirado de la gestión directa de la mercantil desde mediados de los años 90, tiene en su haber el premio Gutenberg, considerado el más importante en el libro antiguo.

Fue también en 1987 el impulsor y fundador del Museo Nacional de la Imprenta y la Obra Gráfica, instalado en el monasterio del Puig y que pasó en el año 2000 a manos de la Generalitat.