­Después de un gasto para las arcas públicas de alrededor de 500 millones de euros para crear y mantener Ciudad de la Luz desde el año 2000 hasta 2015, su venta podrá reportar a la Generalitat tan solo 48 millones de euros, es decir, el 50% de los 94 millones de los que se parte como precio de salida. Ese es el mínimo exigido en el nuevo pliego de condiciones para la adquisición de los estudios, una cifra que sin embargo eleva un 30 % lo exigido en el documento anterior, que el nuevo Consell consiguió eliminar y que rebajaba esa cantidad al 20 %.

El consejero delegado de Ciudad de la Luz, Miguel Mazón, dio a conocer ayer las nuevas condiciones de venta, después de conseguir la luz verde de la Comisión Europea, una negociación que no ha sido fácil. Cuatro son las principales novedades que el nuevo equipo ha podido introducir.

La primera, la del precio, con lo que se ha conseguido superar un importante bache que dejaba el valor del complejo por los suelos, al poder venderse por menos de 20 millones de euros.

Otra, y fundamental para Mazón, es la exigencia de que los licitadores presenten un plan de negocio o empresarial para las instalaciones, en el que se haga constar el uso. Además, se han podido introducir una serie de requisitos con el objetivo de reducir la posibilidad de que se adquiera para otro tipo de negocio, no cinematográfico. No obstante, no se ha podido cerrar la puerta completamente a esa posibilidad.

Así, el pliego incluye que «no supondrá el desarrollo de actividades molestas para el público, no atenta contra el medio ambiente, no responde a fines especulativos ni resulta contrario a la normativa en materia urbanística».

Por otra parte, las Corts acordaron ayer por unanimidad pedir la comparecencia del excomisario europeo Joaquín Almunia para informar sobre el complejo.