Pedro Almodóvar, con inclinación a hacer acopio de arte pero sin caer en el coleccionismo „término que él mismo evita„, se reunía ayer con uno de sus artistas fetiche, Miquel Navarro, algunas de cuyas formas han inspirado escenas del cineasta e incluso han aparecido en su filmografía. La obra del valenciano, uno de los protagonistas durante la jornada de ayer en ARCO, estará también en la próxima película de Almodóvar, en concreto con una figura de bronce forrada de terracota que es «un personaje más», reconocía el manchego.
«El arte es muy importante en mi vida y, como narrador, una obra puede acabar dando sentido a un personaje esencial», señaló el cineasta, quien pese a no sentirse coleccionista, acumula muchas piezas en casa. «Tengo cinco obras de Miquel Navarro, obras de Guillermo Pérez Villalta, de Sigfrido Martín Begué y, las más caras pero las más pequeñas, dos máscaras de Maruja Mallo», enumeraba el director según Efe.
La película a la que se refería Almodóvar, su próxima producción, es Julieta, una obra que protagonizarán Adriana Ugarte y Emma Suárez y donde el director manchego volverá al drama y al universo femenino, con una historia que abarca treinta años, desde 1985 a 2015, y que hablará del destino inevitable, del complejo de culpa y del dolor que provoca el abandono. Se estrenará en cines el próximo 8 de abril.
Ambos artistas abarcaron todo el terreno entre sus dos disciplinas en el stand de El Mundo y Almodóvar aprovechó para reivindicar el cine europeo frente a Hollywood, donde «se les ocurre hacer todas las películas de superhéroes posibles». También hablaron de sus entornos, y si el cineasta denunciaba que Madrid ha sufrido «un efecto degenerativo y se ha convertido en un lugar de vacaciones donde comer y emborracharse», Navarro lamentaba que en Valencia «la huerta ya no existe porque se la ha comido la edificación».