Hay que ver, con la de referencias que se acumulan en los dos pisos de la Galería 6 del IVAM „Ricardo Piglia, Mick Jager, James Franco, Borges y así„, lo vacío que está el lugar. Cuando entren por la puerta apenas verán una mesa con cinco guiones teatrales dispersos y una muchacha, sentada en otra mesa como una escriba, solo que en lugar de escribir lee en voz alta un libro. «No hay exposiciones fáciles, lo que ocurre es que a la mayoría de exposiciones sí sabes cómo enfrentarte», explicaba ayer Dora García, protagonista, junto al crítico Peio Aguirre y al escritor Paco Baena, de lo que acontece en esa sala del museo.

«No es a lo que estamos acostumbrados»; «no hay objetos sino huellas»; «no es una exposición al uso». Son advertencias del director del IVAM, José Miguel Cortés, antes de abrir la puerta al espacio. Quizás sea más sencillo presentar la muestra Respiración artificial. Performance. Eco oscuro enumerando lo que no es. Para alentar al visitante, los autores cuentan lo que sí es: «Son tres piezas que se relacionan y se mezclan», decía Dora García. Las fronteras entre ellas, más que por el espacio físico, vienen delimitadas por el título y la experiencia que ofrecen, porque en la galería no encontrarán más que tres carteles «inspirados en la cartelería republicana valenciana» que introducen estas «obras».

La primera es Respiración artificial, una representación en la que dos actrices, alumnas de Bellas Artes, se dan la réplica recitando versículos que ellas y otras compañeras (hasta 18) han ido anotando en un libro. Los apuntes son descripciones de diferentes puntos de la ciudad, estableciendo „aquí una conexión con la anterior muestra, la de Rogelio López Cuenca„ un mapeado intangible de la ciudad.

Performance, la segunda parte de la exposición, es la que ofrece esa mesa con cinco guiones escritos por Aguirre, que surge de conversaciones entre él y la propia Dora García sobre el arte y el propio concepto performance, clave de bóveda de la postmodernidad. El guion ficciona esos diálogos y se reparte entre cinco personajes que cada viernes serán interpretados (en una lectura dramatizada) por actores y actrices de la Escuela Off. Y bebe de una película del mismo título, estrenada en 1970 y que tenía a Mick Jagger entre los protagonistas.

El final de la exposición es el libro Eco oscuro, novela de Baena que reflexiona sobre la identidad, los dobles y la némesis, en la que la obra de Dora García se convierte en un personaje que impulsa la trama. En una vitrina aparecen páginas de ese libro ultrajadas por la artista: párrafos subrayados en los que ella responde a las alusiones a su obra.

Quizás no sea fácil enfrentarse a ese lenguaje poco convencional en una exposición «colaborativa y conversacional», como exponía Aguirre, que ahonda en tantas cosas a la vez: la disciplina performática, la identidad, el doble, el sentido del arte, quizás lo que cabe o no en un museo, como se cuestionaba Cortés. Y que lo haga con tan pocos elementos y de manera tan cambiante: si el visitante acude los viernes por la tarde encontrará a los actores representando el texto de Aguirre. Si lo hace los fines de semana encontrará a los intérpretes leyendo y anotando nuevas descripciones en un texto infinito. En cualquier otro momento hallará un espacio diáfano y semidesierto, en calma. Una publicación triple que incluye el libro de Baena, el guion de Aguirre y las conversaciones transcritas entre este y Dora García completa la muestra.

„¿Qué es una obra de arte?„preguntaba un periodista tras la presentación.

„Arte es lo que hacen los artistas„ le respondía, con un atajo, Dora García.

Greta Alfaro invita a destruir su obra en La Gallera

La sala acogerá el 10 de marzo una «performance» de la artista visual Greta Alfaro que invitará a los asistentes a formar parte del reparto y, una vez convertidos en actores, «contribuir violentamente» a la destrucción de un escenario formado por una cuidada construcción arquitectónica. La idea de la acción «Comedias a honor y gloria» es transformar al visitante en un ente responsable, consciente de la presencia del público y finalmente confrontarlo con la idea de violencia y destrucción activa. e. p. valencia