No le importa el estilo y por eso los explora todos. «Lo que resulta extraño, para mí es muy coherente. He estado relacionada desde pequeña con el mundo artístico, con descubrir, reinventarte y volver a comenzar». Tampoco le importa el idioma, por eso se desdobla en castellano, catalán, portugués o inglés. «La emoción es universal y tiene algo que nos atrapa a todos. Luego, a nivel de composición, cada idioma tiene una musicalidad; más que la emoción, cambia el carácter». Tampoco le da mucha importancia a las expectativas. «He ido poco a poco, así que tiendo a naturalizarlo todo y siempre se me olvida la respuesta del público; no concibo que haya tanta gente esperando lo que hago».

Así que hay muchas cosas que escapan a las tribulaciones de esta música, quizás porque una lo absorbe todo: «Es simple: lo que me gusta son las canciones». Las canciones tiran de ella hasta, al parecer, arrancarle todos los registros, todas las lenguas, todos los impulsos. El último es concretar su rabia ante el paisaje que ha dejado la crisis. Por caer en la etiqueta, pongamos que ha coqueteado con la canción protesta.

«No quiero hablar de política porque ojalá todo el mundo hablara solo de lo que sabe. Pero es verdad que en este disco hay dos canciones en las que me quejo. Me apetecía investigarlo. Pero a mí lo que me interesa es que cuando canto la gente esté viva para quejarse, luchar o amarse», reflexiona Pérez Cruz. Cuando habla de sus dos temas explícitamente políticos se refiere a No hay tanto pan y Sí se puede, que centran casi todas las conversaciones en torno a su último trabajo, Domus, con el que hoy llega al Palau de Les Arts.Pero más allá de la política, los temas son parte de un proceso que ha durado años en el que Pérez Cruz ha explorado como actriz la tragedia del desahucio, en la película de Eduard Cortés Cerca de tu casa, aunque... «No soy actriz», aclara la artista. Así que volviendo a su terreno acompañó al proyecto con una banda sonora y de ahí brotaron esos sus canciones-queja.

Antes de acabar, otra cosa que no le preocupa: el futuro o «cómo será el siguiente disco». Solo importan las canciones y su verbo, cantar. « Interpretar los temas es la parte animal, loca, mágica. Si tengo que elegir una parte de mi trabajo sería cantar: entonces llego a un estado que me cura».