El camino de Las Reinas Magas hasta el Principal viene a ser una sinécdoque de lo que ha ocurrido en la escena valenciana durante los últimos años: nacieron discretamente en Russafa Escènica, festival engendrado por la crisis; luego lograron que su obra mayor, Chao Chochin, desbordara los cauces del certamen y permaneciera tres semanas en el Talia, superando «la fala de visibilidad» del teatro local; después mantuvieron viva la gira durante un par de años hasta que el aperturismo en las salas públicas les ha ofrecido un hueco en «la catedral» del teatro valenciano, como definía el Principal la actriz Marta Chiner, una de las seis que componen el elenco de la obra (más dos músicos).

Por eso, como ocurrió con la llegada de Xavi Castillo a la sala de la calle Les Barques, el desembarco de la compañía en el teatro (solo esta semana, de jueves a domingo) se convirtió ayer en una reivindicación de la profesión en Valencia. «Este cabaret no es una frivolidad, nace de la rabia en una época de mucho sufrimiento para la profesión», disparaba otra de las actrices, Ana Conca. La creadora y directora de la obra, Maria José Peris, era más lírica: «Es la imaginación que nace de la pobreza». No está vacío de contenido el titular: cortinas pintadas a mano sirven como vestuario en una producción confeccionada «sobre la situación real» del teatro.

Pero Chao Chochín es también un cabaret, «un juego», como la califica Peris, con toda la «fiesta, alegría y mucho de lo nuestro» que pueden contener unas variedades basadas en los espectáculos de revista del siglo pasado a los que acudían desde el pueblo a la ciudad para una tarde canalla de sábado. «Lo nuestro», que decía la autora, es el valor que aporta un espectáculo con Eugeni Alemany entre el reparto, quien destacaba precisamente el valor «de proximidad» de este cabaret. «Un gran musical como Sister Act es igual aquí y en Alcorcón; lo que nos diferencia a nosotros es el código valenciano», clamaba el actor sobre una obra que abunda en versiones de canciones del imaginario popular. El factor valenciano incluye la lengua, que según los intérpretes surge de manera natural: «Porque hablamos en valenciano entre nosotros».

Las reinas de Gloria Fuertes

Estas Reinas Magas, cuyo nombre se tomó prestado a un cuento de Gloria Fuertes, han tenido que multiplicar las explicaciones sobre su naturaleza en las redes sociales a tenor de la aparición de las otras monarcas, las del Micalet y el balcón del ayuntamiento. «Es porque hay gente que habla mucho y lee poco», ironizaba Alemany.

No se puede culminar la crónica de la conquista del Principal por el cabaret desvergonzado, sin el capítulo de la epifanía: «Salíamos un día de ver L'Alqueria Blanca de aquí mismo, con el teatro lleno de gente, comprobando que el público sí que apuesta por producciones propias, y pensamos que 'por qué no un día Chao Chochin' en este mismo teatro», contaba Peris.

Para la compañía concluye ahora la etapa en la que Alemany entiende que «el problema no era solo que los grupos de teatro valencianos no tuvieran espacios vetados, sino que ni siquiera tenían visibilidad en Canal 9». Empieza otra era, a juicio de los actores, «en la que igual tampoco hay dinero pero, al menos, no ens faran la mà, y es un alivio», decía el cómico.