Piano, batería, contrabajo y sintetizadores. Son las últimas herramientas del trío valenciano Naima, grupo nacido en Valencia hace una década y que pretende consolidarse en la escena contemporánea. Ahora lo forman Enrique Ruiz, Luis Torregrosa (cofundadores) y Rafael Ramos Sania, protagonistas de un hito que les anima a perseguir su objetivo: han firmado su cuarto trabajo, Bye, junto al sello norteamericano Cuneiform, un camino que les sitúa en el mercado de ambos lados del océano.

El trío explora en este trabajo un sonido oscuro y distópico, marcado, como es habitual en la banda, por el uso de los sintetizadores. «Es lo que da al grupo su carácter y también ejerce su influencia mientras escribimos el nuevo material. Las nuevas canciones son menos previsibles y puedes ser más creativo y probar cosas que nos abren nuevos caminos», afirma Ruiz, a cargo, precisamente, del piano y los sintetizadores. El viernes 1 de abril será un buen momento para comprobar la atmósfera que son capaces de crear con su mezcla electroacústica en el Café Mercedes, donde será presentado el LP.

Elliot Smith o Jagga Jazzist están entre las influencias de este grupo „versionan temas suyos en el nuevo trabajo„que nació del encuentro entre Ruiz y Torregrosa, apadrinado por una camiseta de los Pixies. «Quisimos establecer una propuesta de jazz con un sonido propio y material de trabajo de música de los últimos treinta años, con la cual crecimos», recuerda Ruiz.

Una década después comenzaría la andadura de Naima junto al saxofonista tenor Manolo Valls y el bajista Alex Olías, con el debut Uno. Ahora, con diez años más de experiencia y varias mutaciones en la formación, han dado con la tecla que les faltaba, Rafael Ramos. «Con él somos una unidad compacta», declara uno de los fundadores de la banda. Y con él prosiguen la aventura de la expansión internacional.