Cinco obras de Francis Bacon, uno de los artistas contemporáneos más cotizados, fueron robadas el pasado verano en un domicilio madrileño a un amigo y heredero del pintor irlandés, que falleció en Madrid en 1992.

El robo se produjo en una casa señorial situada en un tranquilo barrio del centro de Madrid, cercana a la sede del Senado, y lo califica del mayor robo de arte contemporáneo ocurrido en España en las últimas décadas.

El propietario de las obras, valoradas al menos en 30 millones de euros según el diario, es J.C.B., de 59 años, quien recibió las pinturas en herencia del artista.

El robo, confirmado por fuentes de la investigación, se produjo el pasado mes de junio y desde entonces un juzgado de Madrid investiga el paradero de las mismas, tanto dentro como fuera de España, aunque creen que todavía no han salido del país.

La acción del robo fue muy rápida y silenciosa y que los ladrones aprovecharon la ausencia del domicilio del dueño. Ni el portero ni los vecinos vieron nada sospechoso y aunque la alarma del piso estaba conectada, los ladrones lograron anularla.

El golpe fue obra de profesionales que no dejaron huellas ni cabos sueltos y se sospecha que los autores sabían que el piso albergaba esta valiosa colección del pintor irlandés nacido en 1909 en Dublín y fallecido a los 82 años de una dolencia cardiaca en la clínica Ruber de Madrid, ciudad que visitaba con mucha frecuencia en viajes, casi siempre privados, y donde tenía muchos amigos y admiradores.

En 2013, se vendió Tres estudios de Lucian Freud por 127 millones de euros, el precio más alto alcanzado hasta entonces en una subasta por una obra de arte. Otras como Autorretrato y Hombre sentado en una silla de mimbre alcanzaron la cifra de venta de 7.502.640 euros y 6.037.008 euros, respectivamente.