Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

"Rosa María Calaf: "Con unos supuestos medios libres manipular es más fácil"

«Mi obsesión fue poner a la mujer en el centro de la atención como protagonista»

"Rosa María Calaf: "Con unos supuestos medios libres manipular es más fácil"

¿Abanderada de los derechos de la mujer?

Es que con Carmen Sarmiento fui de las primeras reporteras en televisión. Mi obsesión fue poner a la mujer en el centro de atención, no como víctima sino como protagonista. Vayas por donde vayas, si en algo hay igualdad, es en la desigualdad: la mujer está discriminada, reprimida y oprimida, aunque obviamente la intensidad es diferente.Pero también es la columna vertebral de la construcción social.

Pero pervive la visión paternalista de la mujer.

El peligro está en que nos hemos creído que ya está todo hecho. Y cuando tratas de defender el mensaje feminista tienes que justificarte porque ha sido desacreditado, se banaliza y se ignora, se es displicente, se ridiculiza y se va a por él. En países donde no hay un estado de derecho se mata...

Hay métodos más sutiles.

El mejor es hacer creer que se logró la igualdad, así se deja de pelear por ella. Lo mismo pasa con la información: en una dictadura se busca, con unos supuestos medios libres se da por sentada y la manipulación es más fácil.

¿Tuvo que batallar mucho en la profesión por ser mujer?

Cuando empecé en El diario de Barcelona no había baño de chicas. Yo quería ser Oriana Fallaci y lo primero que me encargan es un desfile de modelos.

Otra forma de dominio es la masculinización de la mujer.

Te hacen creer que si no aceptas el modelo masculino no va a funcionar: las reuniones a las once de la noche, el compadreo... Cuando yo empecé en internacional me decían dos cosas: que no iba a encajar en la tribu porque ni bebía ni fumaba y que me arreglaba demasiado.

Dos apuntes rápidos sobre la actualidad: las negociaciones para constituir Gobierno y la crisis de los refugiados.

Yo de política nacional no se nada, soy una ciudadana más. Pienso que lo que está pasando en España es un ejemplo de la escasa cultura de consenso que tenemos y la falta de capacidad del país para consolidar los logros. ¿Y los refugiados?

No es más que un reflejo del mecanismo extremadamente hipócrita de las relaciones internacionales y de cómo se considera el dolor y la tragedia personal como algo coyuntural.

Compartir el artículo

stats