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Seguro que lo han hecho. Cientos de veces. Eso de estar en una exposición y acercarse a leer la cartela casi antes de pararse a observar el cuadro, la escultura, el dibujo, el vídeo. la instalación o el objeto que sea elevado a la categoría de arte. Ese acto ligero condiciona la mirada. Igual que, a la inversa, la impresión inicial de la obra de arte se ve modificada tras esa lectura. Y de la misma manera, el entorno „más institucional o menos„ tiene sus efectos sobre el significado de un elemento artístico.

De todo eso habla La réplica infiel, la exposición de la temporada en el Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid (CA2M), que cuenta con un comisariado valenciano compartido: Nuria Enguita y Nacho París.

«Una exposición sobre la potencia del arte como acto de habla e invención». Así presenta el CA2M la muestra, una propuesta diferente, que indaga sobre las formas en que el arte se expresa y es recibido. «Una contestación al régimen estético de las imágenes», explica París, una de las voces más representativas del colectivo de artistas visuales valencianos. Añade que el objetivo del proyecto es liberar al arte de toda exigencia y etiqueta (arte social, estético, político€).

El proyecto suma dos años de trabajo, desde que el hoy director del Macba catalán, Ferran Barenblit, se lo ofreció a Nuria Enguita (la responsable del proyecto artístico de la Fundació per a l´Amor a l´Art en Bombas Gens y exdirectora de la Fundació Tàpies). Ella implicó a París y al artista también valenciano Xisco Mensua a través de una metodología „la conversación„ que se ha asentado como base del proyecto. «Indica también que hay una diversidad de voces, no una única», apunta París.

Mensua aporta una de las contribuciones más atractivas de la muestra: 200 dibujos que conforman una especie de índice de la modernidad. En ellos, el texto compite con la imagen a la hora de dar un significado al conjunto.

Anna Boghiguian, Saskia Calderón, Sunah Choi, Bojana Cveji?, Virginia de Medeiros, Carla Filipe, Isaías Griñolo, Julio Jara, Teresa Lanceta, Xavier Le Roy, Anna Oppermann, Inmaculada Salinas, Mladen Stilinovi? y Scarlet Yu son el resto de artistas participantes en La réplica infiel, inaugurada el pasado 17 en el centro de arte de la Comunidad de Madrid en Móstoles y que estará abierta hasta el 26 de septiembre. Un proyecto que se interroga sobre el arte, en combate desde y contra su propio método.

Uno de los dilemas que la exhibición pone en juego es el de lo inteligible y lo sensible; lo legible y lo visible. «De lo que hablamos es de que el arte vive preso de la exterioridad, que condiciona su mirada», aclara „o lo intenta„ Nacho París. Se refiere a la capacidad de los elementos externos de «limitar el encuentro con lo sensible».

Al fin y al cabo, lo que reivindican Enguita y París „y los creadores seleccionados„ es que en arte no todo se entiende. En todo proyecto se producen vacíos de sentido a causa de transformaciones, y es ahí donde el espectador se apropia de la obra. Pero que nadie se asuste por la densidad téorica, porque la muestra, sin más pretensiones, puede disfrutarse solo por su atractivo visual.