El coste de construcción de los estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante (en proceso de subasta) supone menos de la mitad de los 500 millones que se han gastado en el complejo, uno de los grandes proyectos de las últimas décadas en la C. Valenciana.
El consejero delegado de la Ciudad de la Luz, Miguel Mazón, elegido en el cargo hace seis meses, señaló ayer que la edificación y equipamiento de las naves ascendió a 184,9 millones, mientras que todo lo gastado entre 2000 y 2016 se eleva a unos 500 millones.
La diferencia, más de 300 millones, es «humo», que no se puede recuperar de ningún modo ya que, según Mazón, se ha ido en salarios, subvenciones diversas, publicidad y contratos con proveedores de distinta índole que son difícilmente cuantificables.
«Todo ha sido un despropósito», dijo, en torno a este proyecto, que se clausuró en 2012 tras siete años en los que se rodaron 63 películas. «Nunca debió existir», agregó.
Falta menos de un mes para que concluya el proceso de subasta de los platós y Mazón animó a los posibles inversores interesados a formalizar sus ofertas por alguno de los seis lotes o por el conjunto.
Destacó la buena operación que supone porque se trata de «un buen producto» que sale a «buen precio»: 94,4 millones de euros, con una rebaja máxima del 50 % (se quedaría en 47,2 millones), dentro de un concurso en el que se excluyen tres edificios, el centro de estudios, el de administración y el de restauración, que costaron 50 millones.
