Son las exigencias de la nueva política de transparencia, que en el terreno cultural se ha visto traducida fundamentalmente en que los puestos de dirección de unidades artísticas sean provistos mediante concursos abiertos.
Con eso se ha encontrado Vicent Vila (Albaida, 1954), director „y casi el rostro y el alma„ del Centro Teatral Escalante de Valencia desde 1989. Su contrato vencía a finales de enero, pero esta vez la Diputación de Valencia (la propietaria del contenedor cultural) no le ofreció la renovación, como había sucedido en el pasado.
Le comunicó „lo hizo la diputada responsable de Teatros, Rosa Pérez Garijo (Esquerra Unida)„ que la intención era sacar la plaza a concurso y le propuso una prórroga de seis meses mientras se preparaba la convocatoria, a la que le invitaba a acudir.
Vila dijo no al planteamiento y pidió una prolongación de un año, pero la responsable provincial no accedió, según explica ella misma a Levante-EMV.
La corporación se encuentra así en pleno proceso de elaboración de las bases del concurso para seleccionar un nuevo director del Escalante. Confía en tenerlas en unos días y publicar de inmediato la convocatoria.
Con todo, el nuevo titular del veterano espacio de teatro infantil y familiar no podrá llegar a tiempo para programar toda la temporada próxima.
En esa tarea están ahora Pérez Garijo y su equipo: en concretar alguna producción propia y los montajes con los que arrancar en octubre el próximo ciclo. El resto de la programación considera que ya podrá ser diseñada por la nueva dirección del Escalante.
El recambio en la cúpula del centro teatral afecta menos al actual curso, ya que los títulos y el calendario hasta junio de 2016 habían sido previstos por Vila hace meses y aprobados por la diputación.
El ya exdirector se ha desvinculado completamente de la institución, donde no tenía plaza propia, sino que figuraba como personal de confianza con un contrato de dirección.
Este diario intentó contactar ayer sin éxito con Vila para conocer las razones de su adiós al lugar al que ha dedicado profesionalmente más de 25 años, que son la mayor parte de la vida de un teatro que en 2015 cumplió tres décadas de existencia.
El Escalante se ha consolidado en este tiempo como una referencia y un ejemplo de teatro público infantil de calidad en el panorama español, donde no existe un modelo similar.
En los últimos años, además, los de la travesía del desierto de la escena valenciana, ha sido un refugio „casi el último„ para algunas de las principales compañías valencianas.
Mientras el Circuit Teatral Valencià era eliminado y luego resucitado bajo mínimos, y las producciones y contrataciones en Teatres de la Generalitat „hoy CulturArts„ menguaban peligrosamente ante la caída de presupuestos, el Escalante mantenía una dotación económica digna con la que fortalecer la creación de coproducciones y mantener un hilo de respiración en el sector.
El Escalante, bautizado en sus inicios como Teatre dels Somnis, ha reunido en su trayectoria numerosos premios „algún Max y también el Importante de Levante-EMV, entre ellos„ y hoy es unánimemente reconocido como de los pocos proyectos que han funcionado bien en el teatro valenciano. Ahora, el nuevo director tendrá el reto de afianzar el prestigio obtenido y poner en marcha nuevos proyectos de futuro.
