«Teníamos que escalar en un bosque de secuoyas y se nos ocurrió inventarnos un mirador diferente». Carla Herranz (Port de Sagunt, 1991) y Carla Garzó (Valencia, 1991) han sido las ganadoras del Rethinking Competitions, un concurso internacional de arquitectura en el que decidieron participar con una idea peculiar y cuyo premio asciende a 3.000 euros. Partían de la premisa de que todos los proyectos tuvieran que ver con «escalar en un bosque mediante una estructura arquitectónica» y contaban con libertad para crear sin límites.

Así, sin más, nació Blub!: un globo transparente lleno de helio con una esfera en su interior acolchada donde cabe una persona con posibilidad de tres alturas diferentes. Es decir, 360 grados de experiencia para relajarse y mimetizarse con el entorno. Una iniciativa que, aunque no se vaya a llevar a cabo porque el concurso no incluye la ejecución de los proyectos, ha conseguido llamar la atención del jurado por una originalidad que les dio la primera posición.

Además, Blub! está pensado para que no dañe el medio ambiente porque en ningún momento interviene con los árboles. «No queríamos idear un proyecto que agrediera a la naturaleza», explica Carla Herranz licenciada en Arquitectura en la Universitat Politècnica de València y coautora del proyecto junto con Carla Garzó, que está apunto de presentar el proyecto final de carrera.

Por otra parte, este mirador entre secuoyas cabe en una caja de cartón porque su estructura es plegable y está pensado para que sea transportable, aunque inicialmente se pensó para el Sequoia National Park, un bosque situado en California.

«Se podría utilizar en cualquier parte del mundo. Lo único que hace falta es un soporte que sujete el globo de helio. En este caso elegimos una roca», explica Herranz.

Estas dos valencianas han encontrado en los concursos de arquitectura un camino alternativo ante la situación laboral que vive el sector. «Salimos de la carrera con unas ganas de trabajar increíbles y con creatividad acumulada. Por eso es el momento de aventurarse y hacer este tipo de cosas mientras buscamos un trabajo», comenta Herranz. Blub!, de momento, ha conseguido, además de la recompensa económica, una oportunidad para que ambas se sitúen en el mercado, ya que ganar un concurso así supone un gran mérito muy valorado para los estudios de arquitectura.