¿De qué manera influye la celebración de una corrida de toros en una economía local como la valenciana?
Los ingresos medios de una semana taurina son de 5, 8 millones. El toreo cuenta con pocas ayudas públicas cuando se trata de un espectáculo que soporta enormes costes de organización. El sector ha sido capaz de financiarse con apenas 25 millones de subvención al año, el 0,9% del total del presupuesto anual del Ministerio de Cultura, en comparación con los 56 millones que aporta en concepto de IVA y cotizaciones. Atendiendo a esa cifra, hay que negociar con la Administración unas condiciones fiscales más favorables.
¿El impacto económico es igual de beneficioso en el caso de los «Bous al carrer»?
La mitad de los festejos populares que se celebran en España se dan en la Comunitat Valenciana. Estamos hablando de unos 15.000 al año. En este caso, son espectáculos autoorganizados por las peñas taurinas y no tienen esa «enfermedad de los costes» que padecen las empresas que regentan cosos taurinos.
¿Podemos decir que la manifestación de Valencia marcará un antes y un después en la relación del mundo taurino con la calle o es una postura motivada por las circunstancias?
Significa un punto de inflexión. El sector se ha caracterizado tradicionalmente por ser inmovilista e indolente. El hecho de manifestarse y conseguir que asistan personas representativas de los distintos estamentos es un paso gigantesco.
¿Cree que son conscientes de la importancia de la defensa de los valores de la tauromaquia o lo hacen solo para proteger sus intereses?
Lo importante es que lo hagan, aunque sea de manera interesada. Han estado décadas sin fomentar el cambio porque confiaban en que el arraigo social de la tauromaquia iba a defenderlos. La tradición no solo se hereda; se conquista a base de reforzarla.
¿Cómo valora la constitución de la Fundación del Toro? ¿Cree que servirá para algo?
Yo confío en ella. Necesitamos una voz única que estructure esa portavocía frente a la sociedad.
¿La estrategia reactiva es la correcta para defender el toreo?
La estrategia adecuada sería la proactiva. Como vamos con retraso, la parte legal es fundamental porque hay consecuencias donde antes solo había impunidad. Hay que construir una narrativa inteligente del espectáculo. Pero eso llegará con el tiempo.
¿Interesan los toros a los españoles?
A 15 millones sí, como avalan las encuestas realizadas por Gallup y Mestroscopia. Ya quisieran para sí muchos ese número de clientes. El reto reside en ofrecerles una experiencia total. La vida del toro empieza en el campo y solamente estamos comercializando los treinta minutos de su lidia en una plaza.
¿Por qué cuesta tanto que los jóvenes se interesen por los toros? ¿Cuál es su experiencia como profesor universitario?
Los toros empiezan a interesar cuando se alcanza cierta edad. Del ruedo emergen entonces valores como la entereza para gestionar el miedo; el valor y la inteligencia para resolver los problemas de la lidia, tan similares a los de la vida. Cuando eres joven te llaman poco la atención esas cuestiones.
