Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Perder la oportunidad

Una de las asignaturas pendientes de los taurinos es que las oportunidades, además de parecerlas, sean. Digo esto a cuenta de lo sucedido en Sevilla el pasado lunes. Una corrida imposible, por mala, de Tornay para tres chavales „Esaú Fernández, Jiménez Fortes y Borja Jiménez„ que se jugaron el tipo a carta cabal para nada. Si queremos propiciar un cambio real, los empresarios deben abrir los carteles de par en par a los toreros jóvenes. No solo a los que señalan como elegidos para refrescar el escalafón de vez en cuando. A todos cuantos demuestren condiciones para poder ilusionar a los aficionados.Obviamente, esto no es responsabilidad exclusiva de los patronos. También las figuras del toreo tienen que entender que la competencia es la base de este espectáculo y deben, por tanto, propiciarla. El hecho de que haya un ramillete de diestros nuevos que están entrando en los carteles importantes no debería convertirse en una feliz excepción. Debería ser la regla. Máxime cuando advertimos que el sistema hace agua por el costado del interés. Ahora que se habla de los tremendos costes que soportan los organizadores de festejos taurinos, no vendría mal una reflexión de fondo. ¿A quién beneficia una corrida de relleno en el inicio de una feria como la sevillana, que dura dos semanas? ¿No sería mejor que esos toreros pudieran medir sus fuerzas ante diestros consagrados y una ganadería de referencia?Son estas cuestiones peliagudas que tienen que ver más con el medio y largo plazo que con el corto. Y sabida es la querencia de los actuales responsables de la tauromaquia patria a servirse de lo que hay en la mesa sin atender a su repuesto. Para que un espectáculo como el taurino funcione más allá de los tópicos que lo mantienen vivo debe adaptarse a los tiempos que corren. Y eso implica un cambio en el planteamiento organizativo, en su comercialización, en la fidelización de su clientela y, por supuesto, en la manera de promocionarlo. Si lo que se pretende es seguir parcheando la situación para ir tirando, al menos, échenle a las criaturas toros que embistan. No se merecen menos.

Compartir el artículo

stats