Una comisión judicial ha clausurado el restaurante que desde hace un par de años regenta el torero José Ortega Cano en la primera línea de la playa de Levante de Benidorm por las deudas que el diestro mantiene con la propiedad del inmueble. El establecimiento permanece desde hace días cerrado a cal y canto y nadie pudo concretar cuándo volverá a reabrir sus puertas. De hecho, sus gestores anunciaron en redes sociales que «por causas ajenas a la dirección» no podrían abrir en todo el fin de semana.

Fuentes relacionadas con el local, cuya gestión Ortega Cano tiene encomendada a un equipo de restauración de la comarca, señalaron que se está negociando para poder reabrir en el menor plazo posible, mientras que el propio torero ha negado la existencia de tal deuda y atribuyó los hechos a una «falta de información» con los dueños del inmueble.

La clausura del local tuvo lugar el mediodía del pasado martes, cuando, al parecer, agentes judiciales se personaron en el establecimiento con una orden de cierre y levantaron a los comensales que estaban allí en ese momento para poder proceder al mismo, según relataron a este diario personas conocedoras de los hechos. La presencia de estos funcionarios sorprendió tanto a clientes como a los empleados que estaban prestando servicio en el restaurante.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, sobre José Ortega Cano pesaría una orden de desahucio por no haber asumido los pagos por el alquiler que le reclamaría la propiedad. Estas mismas fuentes apuntan a que el matador de toros, ahora reconvertido en empresario, podría escudarse en que desconocía la existencia de esta deuda y de la propia orden de desahucio, que afirma que se habría producido mientras estaba en prisión por un accidente de tráfico en el que falleció el conductor del otro vehículo contra el que chocó el coche de Ortega Cano y por el que el torero cumplió condena durante 14 meses hasta que obtuvo el tercer grado en junio de 2015.