Solo habrá que cruzar los dedos para que la meteorología respete los doce días de Fira, venía a decir la directora, Glòria Mañas, durante la presentación de la actual edición de la Fira del Llibre. Se podrían añadir dos espinitas más: una es que el 1 de mayo sea domingo y reste un día festivo al evento, con lo que las familias tendrán, por lo general, los dos fines de semana señalados en rojo.

La otra cuenta pendiente la suelen señalar algunos libreros durante los mismos días de feria: falta un nombre internacional que apadrine el evento, que atraiga a los medios y al público en masa. Mañas replicaba a ese punto alegando que el caché de esas figuras (piensen en Isabel Allende, por ejemplo), embarga buena parte del presupuesto de una Fira que se decanta por aumentar las actividades. Mañas también devolvía la pregunta a la prensa diciendo que Donna Leon, una de esas reclamadas presencias, pasó hace unos años por Viveros sin que los medios apenas se hicieran eco y tampoco tuvo el impacto previsto entre el público.

A falta de referentes foráneos, la Fira presume de traer plumas españolas con gran poder de convocatoria. El año pasado Albert Espinosa logró una imagen con colas kilométricas ante su mesa y obligó a retrasar el cierre de la jornada. Este año, para los que gustan de estampar un puñado de firmas reconocidas en la primera página de su libro, pueden apuntar a los dos finalistas del Planeta, Giménez Bartlett y Sánchez Arévalo, y algunos best sellers estatales de la dimensión de Julia Navarro o Santiago Posteguillo. También está anunciado el último Nadal, Víctor del Árbol, y el autor con mayor capacidad de atracción de público en el cómic, Paco Roca.

Y sobre todo muchos autores valencianos. Más de cien, se anunciaba en la Fira del Llibre. Entre ellos algunos curtidos como Silvestre Vilaplana y otros debutantes, caso del músico Feliu Ventura. Las firmas son parte fundamental de una Fira del Llibre que este año cuenta con más casetas (90) y más actividades (150). Todo gracias a que el presupuesto, por fin, ha crecido, de los 230.000 euros a los 300.000.