«No hay caso IVAM, hay caso Consuelo Císcar». El actual director del museo, José Miguel G. Cortés, aprovechó ayer la presentación de la última exposición de la casa (Fotografía documental en Estados Unidos. Años 30) para intentar levantar un parapeto entre la investigación judicial sobre la gestión de su predecesora y el funcionamiento diario de la institución.

«El IVAM está por encima de directores, anteriores, actuales y futuros, y de trabajadores», afirmó vehemente. «El IVAM es de todo el mundo», añadió Cortés antes de advertir sobre las hipotéticas consecuencias de la abundancia de información en torno a la causa que el juzgado de instrucción 21 de Valencia sigue contra Císcar, su equipo directivo y un contratista de aquella etapa. «No vayamos a cargarnos inconscientemente la joya de la corona, que tanto ha costado construir», dijo.

El museo, explicó, ha dedicado un gran esfuerzo desde hace año y medio a aportar la información requerida por los tribunales. Es la hora de ellos, señaló. El museo no tiene nada qué decir más con respecto al proceso. Lo que quiere es decir sobre arte y sobre su papel en la ciudad y el prestigio recuperado en este tiempo localmente y en España. Al menos, así lo ve Cortés.