El conocido cantante congolés Papa Wemba falleció este domingo en plena actuación en el Festival de Músicas Urbanas de Anoumabo (FEMUA), en Abiyán, Costa de Marfil, por causas que todavía se desconocen, informaron hoy medios locales.

Las primeras hipótesis apuntan a la malaria cerebral que sufría, que ya lo mantuvo varios días hospitalizado en un centro de París el pasado mes de febrero y que le obligó a suspender varios conciertos, según confirmó entonces su entorno.

Conocido como el rey de la rumba congolesa, Papa Wemba y su orquesta eran uno de los platos fuertes del festival y su muerte ha causado una gran conmoción, sobre todo entre sus colaboradores más cercanos, que en un primer momento no se percataron del desfallecimiento del cantante y siguieron actuando.

Estaba previsto que esta tarde Wemba se desplazara desde Abiyán hasta la localidad de Korhogo, en el norte del país, para cerrar la novena edición del FEMUA.

Nacido en 1949, Papa Wemba era el nombre artístico de Jules Shungu Wembadio Pene Kikumba, que comenzó a ganarse su fama cuando a los veinte años se unió a la banda congolesa Zaiko Langa Langa junto a otros reconocidos músicos de la República Democrática del Congo.

En 1977 Wemba y otros miembros de Zaiko Langa Langa crearon una nueva formación musical, Viva La Música, que les granjearía el reconocimiento mundial y el éxito en Europa, América y Asia, además de popularizarse en el resto del continente africano.

La muerte del conocido cantante congolés Papa Wemba ha causado una gran conmoción en el panorama musical africano y mundial, tanto por su ascendencia como por las circunstancias de su fallecimiento.

La noticia de su muerte inundó las redes sociales con cientos de mensajes de condolencia. Entre los primeros en pronunciarse, el presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, que se encuentra en viaje oficial en Nueva York, y otras autoridades del país africano.

Según el Sindicato de Músicos de la República Democrática del Congo, su cuerpo será repatriado a la mayor brevedad posible para que el país entero pueda llorar su muerte y enterrarlo con los honores que merece.

Las calles de Kinshasa se llenaron de inmediato de simpatizantes de Papa Wemba, que entre lloros y abrazos recordaban al gran músico que ayudó a poner en el mapa a un país por un motivo bien distinto a las habituales luchas étnicas, conflictos por los recursos minerales o las recurrentes rencillas políticas.

En el barrio Matonge de Kinshasa, lugar de origen de Viva la Musica, la oposición hizo un llamamiento a todos los vecinos para que homenajearan al músico, aunque también para mostrar su disconformidad con el Gobiernode Kabila, que pretende presentarse de nuevo a la reelección a pesar de que la ley se lo prohíbe.

Además del rey de la rumba, Wemba también era conocido como el príncipe de la Sociedad de Animadores y Personas Elegantes (SAPE), un movimiento social y de moda que aprovecha el juego de palabras con el término de la jerga francesa "sape", que significa traje o atuendo, para poner la elegancia y la clase por delante de todo.

Su estilo y sentido de la moda combinaban a la perfección con los sonidos del soukous, el género musical que Papa Wemba, African Fiesta y Pépé Kallé contribuyeron a desarrollar en los años 60 y que luego se extendería a todos los rincones del mundo.

La música de Wemba no solo alegró los corazones de todos sus seguidores y admiradores, sino que abrió el camino para muchas otras generaciones de músicos jóvenes que vieron en Para Wemba un modelo a seguir para llevar los ritmos africanos a todos los rincones del mundo.

Su pasión por la música le llevó a compaginar las actuaciones de Viva La Musica con las de muchas otras bandas y a hacer de mentor de otros artistas congoleses como Koffi Olomidé o King Kester Emeneya, que bajo su tutela han alcanzado una gran popularidad.