Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Santiago Posteguillo: "Me preocupa más el calentamiento del planeta que la caída de Occidente"

El escritor, cuya última novela supera las mil páginas, acepta el reto de responder con menos de 140 caracteres

Santiago Posteguillo: "Me preocupa más el calentamiento del planeta que la caída de Occidente"

La derrota del cónsul Craso en Persia fue tan dolorosa que ha dejado un adjetivo en uso 21 siglos después: craso error. Aquella pérdida es el motor de la última novela de Santiago Posteguillo. El escritor vive estos días en estaciones y aeropuertos. Roma, Madrid, Zaragoza, Barcelona, Bilbao, Málaga, Sevilla, Vigo, Castelló, Logroño, Santiago, Alicante, Elx, Pontevedra, Cartagena... «Y salgo en unos días para Buenos Aires, Bogotá?», enumera. Le queda espacio no obstante para la Fira del Llibre.

Cierra la trilogía sobre Trajano con más de mil páginas. ¿Le dice algo la palabra síntesis?

Sintetizo más de lo que uno pudiera imaginar. Lo esencial no es sí es larga la novela, sino que sea entretenida. Muy entretenida.

La historia de Craso es el fracaso de la ambición sin medida. Como Julio César. ¿Y como muchos gobernantes hoy, reyezuelos sin corona?

Sí, sólo que estos sin corona de hoy han sido elegidos. La corrupción debe pasar aún más factura a los políticos.

Todos ansían el poder en su novela. Nada ha cambiado tanto. ¿Quizá el problema es que los ciudadanos seguimos creyendo en buenas intenciones y no advertimos que la política es una lucha por el poder?

Pero hay luchas limpias y sucias. Los ciudadanos deberíamos premiar la limpieza. Eso incentivaría la buena gestión.

¿Cuánto influye la vanidad en la política?

Imagino que, como en todas las profesiones, dependerá de la personalidad de cada uno.

¿Y en la escritura? ¿Es usted vanidoso?

Puede ser, pero lo esencial es transformar esa posible vanidad en esfuerzo por hacer la mejor novela posible.

A ver, ¿por qué su empeño en los libros de romanos?

Porque nuestro presente no se entiende si no sabemos de dónde venimos y venimos de Roma.

Así nunca le tratarán como a un gran literato. Será otra cosa, más cercano a Marcial Lafuente que a Proust o Vargas Llosa. ¿Preocupa?

Sir Walter Scott, Victor Hugo, Tolstoi o Sienkiewicz (premio Nobel, por cierto) escribían novela histórica. Así que me siento bien acompañado.

¿En su concepto de novela histórica gana el rigor o el entretenimiento?

En este país todo parece ganar o perder. en mis novelas rigor y entretenimiento pactan. Y funciona.

¿Qué distancia hay entre el gozoso entretenimiento y la buena literatura?

En Shakespeare, por ejemplo, ninguna. Llenaba los teatros, pero la crítica tardó 200 años en reconocer su calidad. Hoy nadie la cuestiona.

Usted vende libros como churros (muchos, quiero decir). ¿Ya tiene cuenta «off shore» en Panamá? Hoy es la marca del éxito.

Tributo al tipo máximo de Hacienda. De una novela de 20 euros, me pagan dos, uno para mí y otro para la Hacienda española.

¿Usted diría que Mónica Oltra o Joan Ribó deberían estar en un puesto de un mercado, como dijo el innombrable académico de la alcaldesa de Barcelona?

En absoluto. Son gobernantes que, por el momento, se han mostrado honestos. No es poco. Es un bien a cuidar.

¿Tampoco lo diría de Rita Barberá?

La señora Barberá tiene aún que aclarar cómo fue la gestión de la alcaldía con relación a las acusaciones que penden sobre su administración.

¿Estamos viviendo la decadencia y caída de Occidente?

Me preocupa más que estamos calentando el planeta más de la cuenta. Eso sí que va a ser un problema.

Los fanáticos siempre están mejor muertos, dice Trajano. El fanatismo termina con todo. ¿Suscribe a su personaje?

Trajano vivió en otra época. Hoy día lo esencial es que los fanáticos no estén en el poder y que los fanáticos violentos estén en prisión.

Hay sangre abundante y violencia en la novela. ¿Existe un mensaje antibelicista en ella?

Sí. Trajano también pactaba para evitar guerras. Lo hizo con los nabateos. Lo triste es que hoy día casi nadie pacte nada.

¿Con qué líder o político actual compararía al astuto Trajano?

¿En España hoy? Con nadie. Pero soy paciente y espero que nuestro Trajano o Trajana del siglo XXI nos llegue pronto.

El afán de Trajano por la obra pública no le recuerda a algún líder cercano? Trajano también tuvo su Santiago Calatrava de cabecera.

No parece, si se me permite, buena comparación. Apolodoro de Damasco acababa las obras en plazo y sin sobrecostes.

¿Sueña con convertir sus libros en un «Juego de tronos» televisivo?

Trabajo con Mediapro en intentar transformar la trilogía anterior, la de Escipión, en una serie de televisión. No sé si lo conseguiremos.

¿Cómo van las gestiones para que pueda rodarse en Sagunt?

Aún no sabemos ni en qué idioma rodaremos (hemos traducido el guión al inglés). Después se decidirá donde. Sagunt sería perfecto.

¿Usted está más cerca televisivamente de «Yo, Claudio», «Roma» o «Juego de tronos»?

Por guión, de Yo, Claudio; por rigor escénico, de Roma, pero me encantan los medios de Juego de tronos.

Acabemos, ¿a qué se dedica ahora, tras cerrar la trilogía?

A preparar una nueva novela donde recuperaré a otro gran personaje injustamente olvidado, pero que vamos a mantener aún en el misterio.

Compartir el artículo

stats