«Es parte del Consell Valencià de Cultura (CVC) y no podemos hacer nada». Es lo que ha dicho esta mañana el presidente de la institución, Santiago Grisolía, al ser preguntado sobre la situación de la exdirectora del IVAM Consuelo Císcar, investigada judicialmente por su gestión, y miembro del organismo de consulta.

El pleno del CVC ya aprobó una declaración hace dos meses en la que instaba a los consejeros imputados „en esta situación también está Vicent Farnós„ a apartarse del funcionamiento de la entidad mientras se mantuviera su condición actual de investigados. Sin embargo, estos han hecho valer la presunción de inocencia y han ignorado la petición. Císcar ha acudido hoy, como otro día más, al pleno del Consell de Cultura.

Grisolía, que ha asegurado que la institución no está «incómoda» con esta convivencia, sí ha reconocido que se está a la espera de que el Ejecutivo apruebe una ley de Transparencia con un código ético para altos cargos. Esta norma debería aclarar la situación de los imputados en puestos públicos.

El científico ha recordado que «si quiere», Císcar puede abandonar el CVC, pero «nadie la puede echar». «Tengamos paciencia», ha concluido con una sonrisa.

Marcos: «Intolerable»

Por su parte, la integrante del Consell Valencià de Cultura Glòria Marcos ha calificado de «intolerable» que Císcar haya acudido al pleno ordinario, en declaraciones a Efe.