Dice que Germinal Ibarra, un policía desencantado que protagoniza su última novela, es el que más se parece a él. «Aunque no es mi favorito, quizás por eso mismo», reflexiona.
Víctor de Árbol (Barcelona, 1968) presentó ayer en Valencia La víspera de casi todo, ganadora del Premio Nadal y« la historia de esas personas que se pasan la vida esperando que ocurra algo que nunca llega, que viven aferrados a excusas del pasado, a aquello que les impide ser felices», explica. Personajes casi fantasmagóricos, aunque corpóreos. «Es gente que tiene el corazón muerto, que vive porque respira, hasta que ocurre algo, un cruce de caminos con personas que les hace despertar».
El pasado es protagonista silencioso e inmutable en Del Árbol. «Una parte muy importante de lo que somos es lo que fuimos. El territorio de la infancia es donde crece el árbol del adulto que somos», apunta. Antes policía y seminarista, el autor „«siempre he sido escritor, solo que ahora soy un escritor leído»„ destaca de tiempos pretéritos que «todos tenemos muchas máscaras y no siempre se caen. La mayoría transitamos por la vida sin conocernos realmente».
Cuando se le pregunta sobre cuál de sus «vidas» ha tenido más obstáculos „la de escritor, mosso d´esquadra o aspirante a sacerdote„ señala que «la vida es complicada para quien se sale del renglón. La vida tiene etapas que las afrontamos con más o menos coraje y, en función de nuestras decisiones, nos acercamos o no a lo que queremos». Y lo que él quiere es escribir. Concibe la literatura como un proceso de «introspección», más allá del entretenimiento.
Anda enfrascado en nuevos proyectos. Lo próximo „adelanta„ será una novela sobre el amor maduro, «dos personas que se conocen en un geriátrico y que deciden ser ellos mismos». Pero avisa a sus lectores: le fascina la novela histórica y en un futuro se pondrá manos a la obra, preferiblemente en una ambientada en la alta Edad Media.
Agradece el Nadal porque para él supone «equilibrar la balanza, porque era más leído en el extranjero». «Ha sido un antes y un después. El principio de todo».
