Dos premios preparados para una foto y las ojeras como un cartel de neón: aquí llega un grupo de gente feliz. El último reducto de la expedición de Ananda Dansa a los Max, protagonista en todos los titulares de cultura tras arrasar con siete premios de nueve, se bajaba del AVE en la estación de Joaquín Sorolla con la euforia diluida en una larga noche. Rosángeles Valls, codirectora de la compañía y premio a la mejor coreografía, llegaba junto a Ana Luján, mejor bailarina, y parte del elenco, formado por Paloma Calderón, Esther Garijo, Sara Canet y Cristina Maestre. Toni Aparisi, mejor bailarín; Pep Llopis, mejor composición musical; o Pascual Peris, mejor vestuario; habían adelantado su regreso.

«Yo confiaba en el de Ana (Luján), en el del elenco y en el de mejor espectáculo, pero de ahí a siete... Ha sido un regalo inesperado», confesaba Valls a Levante-EMV con la maleta en la mano. «Hemos arrasado», admitía tocando suelo: «Creo que es importante que hayan reconocido a Pinoxxio, un espectáculo diseñado para ser visto por un amplio espectro de público y que reconoce valores como la igualdad», remarcaba la responsable de la compañía „junto a Édison Valls„. En la mañana después de, las integrantes del reparto reconocían que les ha dado tiempo a devorar las portadas que sellan el éxito de su obra.

El nombre de Ana Luján aparece destacado en las crónicas de la gala. La bailarina se acordó del Cabanyal en su discurso y ayer extendió un poco más el galardón: «Es importante la gran presencia valenciana en los premios porque ya era hora», se liberaba la bailarina. «El talento siempre ha estado pero quizás no ha sido apoyado», ahondaba, lanzando un órdago a esa nueva clase política que ha acompañado la expedición de la escena: «El cambio se tiene que ver ahora». «No hay que hacer políticas a corto plazo, sino crear una infraestructura donde las compañías valencianas puedan prosperar. Volver a abrir, con coherencia, el centro coregráfico que la Generalitat cerró», le acompañaba Valls.

«Es un premio a la resistencia»

Contaba la «madre» de este Pinoxxio que a ella le toca ejercer de voz del público más crítico cuando está el montaje acabado: «Desde fuera ya se iba intuyendo que íbamos por el buen camino, aunque cuantos más espectáculos haces, lógicamente, más crece la obra». Y tiene pinta de que seguirá creciendo, puesto que esta revisión actualizada de danza-teatro del cuento de Collodi tiene cerradas funciones, de momento, hasta abril de 2017. Se estrenó el pasado diciembre en Paterna y, con el premio bajo el brazo, Valls apuntaba que los dos distribuidores ya trabajan en alargar la vida de la célebre marioneta. En cualquier caso, «hay Pinoxxio para años», aseguraba su creadora.

Al margen de la obra, Luján opinaba que los siete galardones son «un reconocimiento a la resistencia, a la lucha» de Ananda Dansa, una compañía que suma 35 años sobre las tablas.