El exconsul de Francia en Valencia, Pablo Broseta, administrador de la empresa Radcliffe & Asociados, e investigado por las presuntas contrataciones irregulares en el Palau de les Arts justificó ayer ante la jueza que investiga el Caso Palau que todas las adjudicaciones que logró su empresa se hicieron por concurso.

Broseta que compareció por primera vez como investigado durante casi dos horas, aportó numerosa documentación a la causa sobre los contratos suscritos por su empresa con el coliseo valenciano. Unas contrataciones que un informe de la Intervención de la Generalitat consideró que «no se deberían haber producido» porque «se vulneraron principios esenciales de la contratación pública». Entre los contratos cuestionados por la Intervención de la Generalitat, e incluidos en el «Informe Diógenes» que denunció las irregularidades y propició la posterior investigación oficial, está la impresión de los libretos de las funciones en la ópera valenciana y que costaron 800.000 euros o unas postales con motivo del Gran Premio de Fórmula 1 en 2008.

La jueza del Caso Palau, Delia Morente, consideraba a Pablo Broseta un «mero intermediario, generando los contratos con Radcliffe un aumento desproporcionado e injustificado de los servicios prestados», según el auto distribuido por el TSJCV en el que se notificaba la condición de investigado a Broseta. La magistrada también consideraba «inexplicables» el «enorme sobrecoste» de algunos trabajos suministrados por Radcliffe pero realizados por la imprenta y diseñadora que ya trabajaban con anterioridad para el Palau. Broseta justificó los trabajos realizados así como la elección de ambos colaboradores, que ya gozaban de la confianza de los gestores del Palau.

A la salida de su declaración, Broseta defendió no haber cometido «ninguna irregularidad». «He venido a demostrar la falsedad de todas las acusaciones con documentos que justifican que no he cometido ninguna irregularidad», dijo.

Sobre su trabajo en Les Arts explicó: «Me he limitado a trabajar, a cumplir con mi obligación y punto y final, no hay mucho más». Al ser interrogado por los sobrecostes que se le atribuyen zanjó las declaraciones: «No voy a responder más, dadme un respiro, necesito 24 horas. Entendedme, creo que es razonable».