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Teatro

"Hacer de Victoria Abril le pareció tan diferente que aceptó encantada"

El valenciano Vicente Villanueva recupera a la actriz para el cine español con «Nacida para ganar»

"Hacer de Victoria Abril le pareció tan diferente que aceptó encantada"

­Victoria Abril es el atractivo especial del segundo largometraje del director valenciano Vicente Villanueva, Nacida para ganar, que se estrena hoy. Al cineasta le cuesta soltar prenda del argumento, pero acaba cediendo para explicar cómo sedujo a la actriz, ausente del cine español desde 2008 (desde Solo quiero caminar, de Agustín Díaz Yanes). ¿Demasiado? Para ella, sí. «El cine español pasa mucho de mí», se lamentaba en la edición de 2012 de Cinema Jove de Valencia, cuando vino a acompañar una película macedonia.

Cuenta Villanueva que Nacida para ganar juega a mezclar ficción y realidad, y que varios personajes hacen de sí mismos para buscar «el desconcierto» en el espectador. Eso pasa con el de Victoria Abril. Y esa versión «arpia» de sí misma la atrajo. «Fui con la propuesta y le pareció tan diferente que aceptó encantada. Ha sido un lujazo», explica el director a Levante-EMV en las vísperas del estreno.

Fue en París donde cerraron el trato tras leer ella el guión, en cuya primera versión tenía que encarnar a una americana. Allí, él le propuso hacer de Victoria y la acabó de convencer.

Extraño, dice el director, el alejamiento del cine español de la antes musa de Almodóvar. «Sí, porque en Francia en cambio no para de trabajar. La adoran. Arrasa con una serie, Clem, que tiene millones de espectadores desde hace seis años».

Vicente Villanueva (Valencia, 1970) sabe lo que cuesta hacer cine en España. Su primer largo, Lo contrario del amor, es de 2011. Cinco años para levantar un nuevo filme, que ya es un logro: «Han sido tiempos de crisis y ha sido muy complicado levantar cualquier proyecto. Pero es importante poder seguir rodando».

E insiste en la comedia, género en el que bucea desde que sacó cabeza con sus primeros cortos. Aunque una comedia no exenta de amargura y negritud, defiende. Con bastante retranca y una cucharada de costumbrismo.

«A veces „razona„ parece que con temas serios se cuentan cosas más importantes y yo pienso que se puede contar exactamente lo mismo de una forma más divertida, entretenida o llámala como quieras».

¿Ligera? «No, eso no, porque da mucho que pensar „replica„. El tema es la identidad, la presión actual que hace sentirnos mal con quienes somos. La protagonista se convierte en alguien que no quiere ser».

SayLife Corporation es la empresa en la película de Victoria Abril, un negocio piramidal de belleza a semejanza de esos de EE UU que se asientan en mensajes de autoayuda como aquel de que se atrae lo que se piensa. Las víctimas son Cristina Castaño y Alexandra Jiménez, las compañeras del trío protagonista.

Villanueva es uno de esos valencianos que se fue a buscar el éxito a Madrid, donde estudió cine. «Hace tanto que ni me acuerdo, noventa y algo. Pero no me siento exiliado, no, vuelvo continuamente, porque tengo mi familia allí», explica.

Regresar profesionalmente sí que es más difícil, porque «en Valencia la industria audiovisual ahora mismo es mínima. No estoy muy puesto, pero es complicado sacar cosas adelante».

Ahora espera que la película de los tres títulos „iba a llamarse Móstoles no es lo que parece o La importancia de llamarse Encarna„ siga la estela de otras comedias triunfadoras, funcione, genere beneficios „«esto es una industria al fin y al cabo»„ y así pueda seguir contando historias.

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