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Crítica musical

Memorable velada en el Palau

Porque fue en jueves o por lo que fuera, contó con menos espectadores de los esperados y, a la vista de los resultados, merecidos. Sin embargo, los que asistimos difícilmente olvidaremos esta velada de música vocal francesa. La hicieron memorable cuantos en ella participaron sin excepción, pero fundamental y primordialmente la mezzosoprano María José Montiel (Madrid, 1960) y el director valenciano Jordi Bernàcer (Alcoy, 1976).

Ella, justísimo Premio Nacional de Música 2015, se mostró pletórica en cuantas facetas componen su arte, de las cuales no se sabría cuál destacar más. ¿El atractivo de un timbre a la vez (oír para creer) oscuro y brillante? ¿La redondez con que no dejó sin llenar ningún registro de su amplia tesitura ni rincón alguno de la Iturbi a cualquier intensidad? ¿La versatilidad musical y dramática para resultar igual de convincente como inocente Mignon, anhelante Charlotte, seductora Dalila o todo junto como Scherezade y además desafiante como Carmen? Por añadidura, alta y guapa como es, se presentó muy elegantemente vestida: en la primera parte de blanco y oro, en la segunda de azabache y plata más el mantón de Manila para los dos números de la ópera de Bizet, el segundo ya como propina.

En él, actual residente en la Ópera de San Francisco, no faltó tampoco ni una sola de las virtudes que se esperan de un director maduro en el concepto, sobrio en el gesto, minucioso en los detalles y esa capacidad, innata pero desarrollada por el estudio y la experiencia, mediante la cual unos pocos consiguen transformar el sonido en perfume. En labores de acompañamiento, montó cada vez el escenario acústico más oportuno para el lucimiento de la solista; en las piezas orquestales contó con elocuencia el argumento que las justificaba. Sobre pronta y precisa, la respuesta de los músicos trajo a la mente ideas como familiaridad o idoneidad.

El programa se notaba confeccionado con intención de producir un crescendo constante en el entusiasmo del público. Un objetivo cumplido con creces.

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