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Entrevista

Abel Guarinos: "No somos una entidad saneada e hipotecar a varias generaciones debería estar penado"

El nuevo titular del hasta hace poco CulturArts defiende la validez del conglomerado artístico, que pretende revolucionar para que el 65% de la inversión vaya fuera de Valencia

Abel Guarinos: "No somos una entidad saneada e hipotecar a varias generaciones debería estar penado"

Llega a la entrevista tras consumir doce minutos (cronometrados) en la comida del día. En el móvil casi 600 mensajes de felicitación que va respondiendo hasta las tantas cada madrugada desde hace un mes. Guarinos lleva toda su vida al otro lado del telón: detrás del Circuit Teatral Valencià, al frente del MIM de Sueca, en su despacho en Teatres de la Generalitat? Pero rechaza la etiqueta de continuista. Le acompaña estos días un abultado maletín de piel, del que extrae, lo primero, el proyecto con el que logró el cargo. «El público es el protagonista» es el titular. En la primera página, una cita de Fuster. Inevitable. En el interior, 21 pilares para sostener todas las disciplinas artísticas, con la vertebración territorial como gran eje y el eterno sonido del aprovechamiento de las sinergias entre danza, teatro, circo, música y audiovisual.

Vale, la teoría suena bien, pero ¿por qué el Palau de les Arts queda fuera entonces de ese conglomerado?

Porque es un contenedor tan grande que requiere de una estructura singular. Con algo tan enorme puede pasar que el pez grande se coma al pequeño.

¿Su proyecto es continuista? Algunos lo han visto así.

Porque no lo habían leído.

Sí que es un hombre de la casa y que la conoce.

Sí, pero el equilibrio territorial y la vertebración ya supone un cambio de paradigma. Y que el 65 % de la inversión y de espacios se haya centrado en la ciudad de Valencia y que ahora pretendamos que el 65 % sea para toda la C. Valenciana y el resto para la capital no creo que sea continuista.

¿El ahora Institut Valencià de Cultura (antiguo CulturArts) es una entidad en proyecto de demolición?

CulturArts, sí; el Institut Valencià de Cultura, no.

La cúpula de la conselleria ha dicho que no le gustaba el conglomerado y que en año y medio desaparecería y regresarían los entes anteriores.

Como Institut Valencià de Cultura sí que tendrá sentido, con sus institutos, como ente potente al servicio del ciudadano.

¿Se cree entonces la institución, pese a las críticas recibidas en su momento?

Si no, no me hubiese presentado. Igual que no creo que segregar Educación y Cultura sea favorable. En los momentos que hemos ido separados, tanto en tiempos del PSOE como del PP, no le ha ido mejor a la cultura. El paralelismo vale para las disciplinas del Institut, con el objetivo común de ilusionar al ciudadano en las artes y que goce con espectáculos de calidad y exportables de nuestros profesionales. Tiene sentido como estructura única.

Entonces no será tan malo el legado de Alberto Fabra y el PP, ¿no?

No, porque entonces [2012] se juntó en un mismo ente una mercantil como Castelló Cultural y diferentes espacios que no podían aprovechar las sinergias que se generan con otras complicidades.

¿Le valen los subdirectores actuales?

Les dije en la primera reunión que debemos trabajar al mil por cien, porque nos va la vida y la de nuestro sector, y debemos hacerlo como si fuera para toda la vida, como si ya hubieran ganado los concursos que van a salir, aunque no todos se van a presentar.

¿Sabe cuándo serán?

Lo lógico es que podamos empezar la temporada en septiembre con los directores definitivos.

Estuvo en la fiesta de los actores. «De momento solo ha cambiado el tono», lamentó el presidente de los intérpretes. ¿Entiende ese desencanto?

Puedo entenderlo, pero no compartirlo. Los cambios requieren un tiempo, sobre todo cuando se han dejado las cosas atadas y bien atadas por el régimen anterior. La visibilidad del cambio fue la reunión el lunes pasado de los programadores culturales del Circuit, cinco años después. Otro cambio es que la propia galade los actores se hizo en un espacio público: nos tienen a su lado. Es el principio de un viaje y entiendo que algunos sectores estén ansiosos, porque ha sido una sequía muy larga.

¿Es una institución saneada en este momento?

No. Uno de nuestros principales problemas es que el día 13 vence un préstamo de dos millones de Castelló Cultural y en noviembre vence otro de tres millones de Teatres. Me gustaría no dejar la herencia que he recibido. Hipotecar el presupuesto de varias generaciones debería estar penado.

¿Cómo lo va a solventar, con otro préstamo?

Los préstamos los ha de autorizar el Institut Valencià de Finances y no lo está haciendo por el déficit. La infrafinanciación de la C. Valenciana hace que no podamos ir más deprisa también. Las deudas perjudican la acción directa sobre el sector, porque el pago de estas es prioritario.

¿Conocía el lastre o ha sido una sorpresa?

Ese lo sabía.

¿Cuando habla de un sello «Teatre del Poble Valencià» significa que van a propiciar un centro dramático valenciano?

No estamos en tiempo ni en posibilidades de levantar un edificio que se llame Teatre Nacional Valencià, pero sí una marca que ayude a visibilizar proyectos valencianos. Es más un contenido para llenar contenedores propios y llegar a la ciudades del Circuit Cultural.

¿No solo con producciones propias?

Con producciones propias y coproducciones. El compromiso que marca el Pla Estratègic de la Cultura es llegar en cuatro años a doce producciones, entre públicas al 100 % y coproducciones. Cuando haya más complicidad con el sector será más fácil.

En el Teatro Principal ha habido quejas sobre si hacía competencia desleal a las salas privadas. ¿Esa línea de programación continuará?

El teatro público ha de estar donde no llega el privado. Se ha de buscar un equilibrio. La prevalencia excesiva del mercado como único proveedor comporta riesgos. Si hacemos lo que puede hacer un teatro comercial estamos compitiendo por un mismo público en desventaja para ellos. No es la idea. Es posible que en seis meses vea aquí un musical que ya hemos visto en Valencia (Mamma mia), pero son contratos firmados con mucha antelación.

¿Está contento con el Ballet de la Generalitat, que ha funcionado básicamente de acompañamiento en las óperas de Les Arts los últimos años?

El hecho de inmiscuirse al 100 % en las producciones de Les Arts le ha coartado ser visible como Ballet en toda la C. Valenciana. Se está reformulando para que sea compatible con aquello que sea necesario en Les Arts, pero donde no lo sea será más económico contratar otro tipo de figuración y que el Ballet haga sus producciones para hacer visible la danza en toda la C. Valenciana.

¿Necesita un director artístico?

Sí, necesita no solo de un coordinador, que ya lo tiene, sino de una dirección artística para el Ballet y el Centre Coreogràfic.

En 2015 tuvo que modificarse una resolución ya aprobada de ayudas al cine. ¿Hay que cambiar el sistema?

Este año hay un paso más previo a la convocatoria por legislación estatal, pero creo que se sacarán a finales de mayo o principios de junio. Salir en junio es salir tarde, es verdad, pero el próximo año podrá estar en enero o febrero. La de 2016 cambia sustancialmente con respecto a la de 2015 en que tiene muchos más puntos de valoración objetiva. Nadie podrá suspender por criterios subjetivos, como sí ha pasado en 2015, cuando se impugnó.

¿Cinema Jove requiere cambios?

Cualquier proyecto artístico requiere una reformulación constante. Nos hemos encontrado con un problema, pero vamos a intentar que la realización sea igual, porque el contenido es muy bueno. Habrá personal propio y contratado. Después de un ERE en el que CulturArts fulminó a 57 trabajadores es materialmente imposible tener suficiente personal para hechos singulares como este o Sagunt a Escena, pero será el mejor festival de los últimos años.

¿La plaza de director saldrá a concurso? Tampoco salió la de Sagunt a Escena.

Salen las de las grandes áreas, pero no las direcciones de festivales. Hoy por hoy es así.

¿Y después del ERE es lógico crear una plaza de delegado territorial en Alicante?

Creo que deberíamos hacer el esfuerzo no de crear solo una plaza allí, sino 5 o 6, para así llegar a toda el área metropolitana de Alicante y las comarcas colindantes, porque el desequilibrio territorial de personal es importante.

¿La Nau de Sagunt la van a reabrir?

Primero tendrá que ser espacio de la Generalitat y después intentar aprovecharla al máximo. No tiene sentido que si no es nuestra sigamos invirtiendo en adecuación y nos pase lo que ocurrió hace ocho años: una inversión millonaria que vamos a estar pagando 20 años y que fue efímera, porque no queda nada. Hasta que no se aclare, nada.

El Cor lo paga el Institut pero trabaja casi en exclusiva para Les Arts. ¿Va a cambiar?

Es una de las reorganizaciones previstas. Es uno de los mejores de Europa y ha de ser visto a lo largo y ancho de nuestra geografía. En junio ya va a hacer una docena de conciertos. Queremos que salga más, aunque esté en Les Arts.

¿Cómo va a prestar atención a los nuevos festivales urbanos, independientes?

Por medio de las ayudas, en concurrencia competitiva, damos cabida a cualquier propuesta. Este año ya se valora a los emergentes.

¿Y va a haber discriminación positiva al valenciano?

Obviamente. Habrá un equilibrio, pero con normalidad. Acabamos de presentar Panorama des del pont en el Principal y no ha habido ninguna queja masiva.

¿Se ha dicho mucho tiempo que no era rentable?

A los hechos me remito: Raimon agotó localidades y Panorama des del pont ha tenido una media más alta que la del teatro el año pasado. El espectador necesita calidad y espectáculos que emocionen, al margen de la lengua. Sería fantástico tener algo de Shakespeare en inglés la temporada próxima. ¿Por qué no?

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