El novillero Leo Valadez cortó las dos orejas del sexto novillo de la tarde, gracias a su disposición y buen ánimo. El mejicano logró lo más destacado del festejo en una actuación que, pese a sus altibajos, conectó con los tendidos hasta la emocionante estocada final. Previamente, en el tercero de la tarde, había aprovechado a ráfagas la buena condición del utrero que manseó descaradamente en los dos primeros tercios.

Los novillos de don Zacarías, bien presentados aunque desiguales de hechuras, posibilitaron mayor triunfo del obtenido por Fernando Beltrán y Alejandro Marcos, que completaban la terna. El valenciano no se entendió con el que abrió plaza, una pintura de novillo, bajo y bien hecho, que resultó codicioso, pronto y repetidor en la muleta y al que apenas consiguió componer más que una serie aceptable de naturales y algún derechazo meritorio. Las molestias del viento no pueden ser excusa. Ante el cuarto, un colorado con hechuras de toro, se entonó algo más el de Faura y arrancó una oreja tras plantear un trasteo falto de mando y excesivamente brusco, pero que „a juicio del respetable„ mereció el mencionado trofeo, tras pasaportar al novillo de estocada delantera. Pobre debut de Alejandro Marcos en Valencia. Sin opción con el descastado segundo y excesivamente frío y academicista con el que saltó en quinto lugar, que pedía mayor ajuste y compromiso.