La danza flamenca de Marco Flores, Premio Nacional de Flamenco, invade hoy las tablas del Teatro Rialto con Tránsito, un espectáculo que pretende unir en una visión única la experiencia vital y profesional de su creador y la búsqueda de un discurso propio como reflejo del momento personal y creativo del artista.

Flores explica a Levante-EMV que en este espectáculo se subirá él solo al escenario del céntrico auditorio, en el que transmitirá al público su «máxima expresión dancística, en un reflejo fiel y reflexivo de mi momento». Aunque en cierto modo asegura que actuar solo es una «mayor responsabilidad» también explica que esta soledad en el escenario «te hace sentir más libre». Solo en el baile pero no en la escena.

Acompañan a Flores en el escenario Mercedes Cortés al canto, Jesús Núñez a la guitarra, y Ana Romero a las palmas. Flores plantea con su baile, un recorrido a través de varios palos del flamenco dibujando en escena cuadros en los que el cante, la guitarra y el baile tienen nombre de mujer.

La transición a la que alude en el título del espectáculo viene del «alto en mi carrera que se planteó cuando lo puso en marcha; todo estaba cambiando profesionalmente, mi forma de bailar se adaptaba a otras disciplinas», recuerda. La modernidad, la tradición y la personalidad se dan la mano en este espectáculo al servicio del flamenco con un discurso propio que es el reflejo del momento personal y creativo del artista.

Amor al flamenco

Premio Nacional de Flamenco en 2007, asegura que el género está en «un punto inmejorable; hay ganas, gente buena y un amor incondicional hacia él, con lo difícil que está el mundo de la cultura». «Hay una riqueza increíble», explica al tiempo que señala que el flamenco «aún vive su edad de oro». El bailaor gaditano, además, augura un buen futuro al flamenco: «Está creciendo por todo el mundo, es un arte que atrapa y que está a la altura de la música clásica y la ópera», asegura.

Flores aprovecha también para reivindicar la labor de los programadores para que den más visibilidad a los espectáculos flamencos y mayor difusión entre el gran público. «Un compromiso por promocionar el flamenco lo revalorizaría y el público lo agradecería» ya que, en su opinión, «el flamenco llega a todo el mundo porque el ser humano es sensible».

Flores baila desde muy joven en compañías como la de Sara Baras o Rafael Carrasco y como artista invitado en la compañía de Miguel Ángel Berna y en la de Mercedes Ruiz. A partir de 2004, inició un camino personal que le llevó a colaborar con Manuel Liñán, Olga Pericet y Daniel Doña.