Un carrusel de colores inunda desde hoy las salas de La Llotgeta. María Perceval Graells trae a Valencia su último trabajo, que agrupa bajo el título «Traçant memòries». La pintora de Elx expresa toda su fuerza creativa en todos los formatos y con toda la paleta cromática. No para. Es capaz de empezar varios cuadros al mismo tiempo, y pasar de uno al otro, sabiendo la necesidad de cada uno. «Lo mismo me pasa con libros», contaba ayer, mientras ultimaba los últimos trabajos de la exposición que se abre hoy y que estará hasta finales de julio, en una competencia con los tonos vecinos del Mercat Central.

Román de la Calle que escribe el texto del catálogo compara la pintura de Perceval Graells con la poesía. «Puede ser por el nombre de los cuadros», dice la artista. Un paseo lo confirma. «A través de la mirada, el cor», «Vida en les nostres mans», «Tot un món per descobrir», «Un dia de camp» o «La felicitat eterna d´un instant» son algunos de los trabajos que ha traído a la Llotgeta desde su estudio de Alicante. En la primera planta las pinturas de formato grande y en la sala de arriba los cuadros pequeños.

La pintora que se ha formado en España, Italia y Alemania, y que el otoño pasado colgó obra en Nueva York, en el Centro Español La Nacional de Manhattan, exhibe esfuerzo creativo, sin descuidar la inspiración. Quizás porque desde pequeña su madre le daba pinturas para que callará. «Viajar y explorar „tanto en la vida como en el arte„, convirtiendo metodológicamente la experimentalidad en práctica», escribe De la Calle. Y en eso está Perceval Graells.