El cómic entra en el IVAM para quedarse. A falta de una feria propia, Valencia se llena de tebeos en junio. Además de las Jornadas de Cómic y el Festival Tenderete, el IVAM se suma a la historieta gráfica con una de las exposiciones estrellas de la temporada.

«València línea clara» es un recorrido por la gran aportación valenciana al noveno arte. También un reconocimiento del que debe ser el buque insignia del arte contemporáneo. Álvaro Pons es el responsable de la mayor muestra de cómic vista en España, donde están las obras de artistas „Miguel Calatayud, Sento Llobell, Mariscal, Micharmut, Mique Beltrán y Manel Gimeno„ y las revistas, con atención a la era dorada de los «fanzines», abreviatura en inglés de fan's magazine, revista para fanáticos. Con una atención especial a El Cairo, pero con escalas en Bésame Mucho, El Víbora y Complot.

Pons conoce a la perfección la historia del cómic valenciano. La ha vivido y la ha estudiado. En especial a esos hijos de la «línea clara», esa denominación de origen que distingue el trazo limpio y los colores planos de los seguidores del sello de Hergé, creador de Tintín y el impulsor de una tendencia que causó furor en Valencia. Al tiempo que hacía olvidar los últimos años de la Editorial Valenciana, la primera productora local de tebeos que llegó a competir con la potente Bruguera.

Viñetas a la luna de Valencia del propio Álvaro Pons se ha convertido en el manual para entender aquellos años de escuela valenciana, especialmente la nueva, la surgida tras el ocaso del franquismo. El comisario de la exposición del IVAM se inició en el «fanzinismo» valenciano y sentó cátedra en El Maquinista, aquella revista de opinión e historietas de los años ochenta, por donde pasaron los mejores ilustradores del momento.

La Nueva Escuela Valenciana

Precisamente los protagonistas de la exposición del IVAM fueron los que pasaron página de aquellos impulsores del tebeo valenciano. Los que cogieron el relevo, para cambiarlo, de aquellas publicaciones como Pumby y Mariló y sus personajes épicos como Roberto Alcázar y Pedrín, el Guerreo del Antifaz o La Pandilla de los Siete.

El precursor, el que hizo de puente entre lo clásico y lo nuevo, fue Miguel Calatayud. Aunque inició su carrera como ilustrador, sus series para la revista Trinca como Peter Petrake y Los doce trabajos de Hércules dejan claro el inicio de una nueva etapa donde predomina los dibujos elegantes con colores especiales. A esa primera «línea clara valenciana» se apuntan enseguida Daniel Torres, Mique Beltrán, Sento Llobell y Micharmut

Aquellas primeras obras darán la bienvenida a la exposición del IVAM. Una ocasión para revisar aquel primer trabajo de uno de los grandes ilustradores españoles.

Mariscal siguió el camino de Calatayud en sus primeras historietas, y también le fue bien. Tras su posterior éxito olímpico, pocos recuerdan sus inicios en los tebeos, con el rompedor Aa Valenciaa (1975) y su serie Los garriris. Donde se ven muchas cosas de su última novela gráfica Chico & Rita.

Tras Calatayud y Mariscal llegó el boom del tebeo, con la nueva forma de expresarse a través de fanzines. El Gat Pelat (1977) se considera la primera expresión pública del grupo.

Tendencias múltiples

Las paredes del IVAM se llenaran a partir del jueves de aquellas míticas páginas, y está prevista la presencia de Sento, Miguel Calatayud, Mique Beltrán y Manel Gimeno en la inauguración. Una apuesta del museo por abrir sus puertas a múltiples tendencias, sobre todo las que han tenido repercusión en el mundo del arte valenciano.

Tanto Álvaro Pons, como el subdirector de Actividades y Programas Culturales del IVAM, Álvaro de los Ángeles, han coincidido en una causa común, la intención de aumentar el fenómeno del cómic como un elemento de cultura, de arte.

El museo realizará actividades alrededor de la exposición, donde participaran Álvaro Pons y algunos de los artistas protagonistas. También está previsto un recorrido por la exposición con un reducido grupo de afortunados.

Con «València línea clara», el IVAM parece decidido a introducir el cómic y con ello crear un buen fondo de obras, para ser uno de los primeros museos contemporáneos que levante la bandera contra el menosprecio del cómic como expresión artística y cultural.

La triple coincidencia por el cómic en el arranque de la época estival en Valencia vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de un espacio estable para la historieta. Aparcada está la propuesta de organizar una salón o feria. De momento, el IVAM da el primer paso. Fondo, historia, creadores y presente hay.